La pobreza laboral disminuyó a 35.7% en los meses previos a la emergencia sanitaria por COVID-19

En el primer trimestre del año, antes de que se declarara la emergencia sanitaria por la Covid-19, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reportó que la pobreza laboral disminuyó, pues el porcentaje de la población con ingreso inferior al costo de la canasta básica alimentaria fue de 35.7 por ciento.

De acuerdo con el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), publicado por el Consejo este martes, esa cifra representó un avance respecto a la mostrada en el 2019, cuando la pobreza laboral registró un indicador de 38.7% durante los primeros tres meses del año.

Por lo tanto, el ingreso laboral real tuvo un aumento del 7.6 por ciento, pues la cifra que percibieron las personas se ubicó en en 1,909.4 pesos, el cual es un monto superior al observado en el mismo periodo del año pasado, cuando el ingreso promedio fue de 1,774.35 pesos. Este hecho, “da cuenta de la ganancia del poder adquisitivo” en este lapso, comentó la institución encargada de medir la pobreza en México.

Los estados en donde se registró la menor disminución trimestral en el porcentaje de la población que puede adquirir la canasta alimentaria básicas con sus ingresos laborales fueron Hidalgo, Guerrero y Morelos. Por otra parte, las entidades en donde se dieron las mejores cifras fueron Colima, Zacatecas y Baja California.

Según la serie estadística del Coneval, la proporción de la pobreza laboral observada durante este primer periodo del 2020 es la más baja desde el segundo trimestre del 2008, el cual fue el periodo previo a la última recesión económica que se vivió a nivel mundial.

Sin embargo, desde la perspectiva de especialistas del Coneval, los resultados del primer trimestre del año también mostraron que los grupos vulnerables en los cuales recaerán los efectos de la emergencia sanitaria actual serán los trabajadores informales, pues en este grupo es donde más se ha reducido el número de empleados sin acceso a la salud.

Cabe mencionar que si bien los datos fueron alentadores durante el primer trimestre del año, los pronósticos para los meses venideros no son ni siquiera cercanos, pues hace unos días, el Coneval también alertó acerca de la latente posibilidad de un relevante aumento en el número de pobres por ingreso a causa de la COVID-19.

Dentro de su informe “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV2 en México”, el Consejo planteó dos posibles escenarios: uno en el que la caída generalizada del ingreso es del 5%, y el segundo, donde habría una reducción del ingreso de hasta 8.5% para los hogares.

En cada escenario se recalculó la pobreza por ingresos de acuerdo con la metodología del Coneval y con las expectativas de inflación del Banco de México a agosto del 2020.

En los dos panoramas, el total de personas en situación de pobreza por ingreso, es decir, aquellas a las que no les alcanza para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos, se incrementaría entre 7.2 y 7.9 puntos. Esto equivale a entre 8.9 y 9.8 millones de personas en todo el país.

Según el informe, los efectos de la emergencia sanitaria podrían revertir los avances alcanzados en los últimos años respecto a los indicadores de desarrollo social. “La crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleve a encontrarse en alguna de estas condiciones”, se lee en el documento.

Otro de los elementos que refirió el Consejo, jugaría en contra de las economías familiares, es la falta de políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio, ya que sin estas medidas, la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso aumentará.

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