Inició el juicio contra los mexicanos que montaron un narcolaboratorio de metanfetaminas flotante en Holanda

Un laboratorio flotante de metanfetaminas, dirigido y operado por mexicanos, fue descubierto el 10 de mayo año pasado en Moerdijk, Holanda. Este 11 de febrero se llevó a cabo el primer juicio oral para juzgar a las personas involucradas.

En la audiencia participaron tres mexicanos: Diego V.J. de 24 años, Víctor V.J. de 27 y Candelario V.L. de 38 años, hermanos mexicanos. Además del holandés Cor B. de 66 años, informó El Universal.

El más joven dijo que el trío de mexicanos llegó en octubre del 2018 a Ámsterdam. Estuvieron en un domicilio en La Haya y cinco meses después fueron trasladados a Moerdijk, en donde abordaron una embarcación llamada Arsianco. Esta medía 80 metros de largo y en su interior ya contaba con los instrumentos del laboratorio.

“Alguien de México me dijo que aquí había algo que hacer y me ofrecía tres mil euros al mes. En México trabajaba en una distribuidora de tomate, pepino y cebolla, ganando mil 500 pesos a la semana. Cuando te ofrecen 10 veces más de lo normal, lo agarras. Con ese dinero me alcanzaba para mantener a mi familia (...) Cuando llegué, alguien me dijo qué hacer con lo que había ahí adentró”, comentó Diego.

También declaró ante las autoridades holandeses que su trabajo era acatar las órdenes que le enviaban por mensaje instantáneo desde México. “Alguien me decía qué hacer y lo hacía. Sólo trabajaba, cocinaba cosas. Lo que se decía por WhatsApp era lo que se hacía”, declaró el acusado.

El presidente de la cámara 1.1 de la Corte de Zelanda y Brabante Occidental, mencionó que el prefijo del número de teléfono del que enviaban la información era 52, y preguntó quien daba las instrucciones. Sin embargo, Diego, originario de Durango, pidió guardar silencio. No quiso revelar los nombres de las personas con las que trabajaba por cuestiones de seguridad.

Durante el juicio se mostraron algunas conversaciones en las que dos personas registradas con los nombres de Chayo y Patrona, daban instrucciones específicas al joven para que produciera la droga. “Le vas a echar los 30 de aceite, cuatro litros de tol, le metes 1.4 de perla, la temperatura es a... (sic)” decía uno de los textos.

Igualmente enseñaron fotografías que Diego enviaba a las personas que lo dirigían desde México. En ellas se pueden ver bandejas llenas de pastillas y cristales de metanfetaminas. El acusado declaró que le pedían pruebas de lo que hacía y al final les enviaba imágenes del resultado.

Candelario V.L. de 38 años y quien residía en Culiacán, Sinaloa no quiso responder preguntas referentes a cuánto tiempo llevaba en holanda y quién le había pedido que trabajara en el barco, entre otras.

En tanto que el holandés dijo que a él dos mexicanos lo habían contactado en Amsterdam para rentarle la embarcación. Ellos mencionaron que lo utilizarían para hacer medicinas, por lo que accedió. Tiempo después se enteró de que estaban haciendo pastillas de éxtasis, pero ya era muy tarde para desertar. No quiso hacer declaraciones sobre quiénes lo contrataron, ya que estaba en riesgo su seguridad y la de su familia, argumentó.

La sesión de interrogatorio duró ocho horas, informó El Universal. La defensa denunció fallas en el debido proceso, manipulación de testigos, implantación de evidencias y falta de transparencia, para intentar desestimar el caso y evitar la audiencia. Sin embargo, el juez determinó que la labor judicial ha sido independiente, así que el proceso continuaría. Éste será reanudado el jueves.

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