Deportación de mexicanos a Guatemala en espera de conseguir asilo genera nuevas fricciones entre México y EEUU

El proceso de ratificación del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos (T-MEC) avanza, sin embargo, hay otro tema generando tensión entre ambos países: se trata del envío de mexicanos que busquen asilo en EEUU a Guatemala.

Esta semana trascendió que el gobierno estadounidense, enviará a Guatemala a algunos mexicanos que busquen protección humanitaria en el país vecino, según informó el propio Departamento de Seguridad Interior (DHS) de aquel país a la agencia de noticias AFP.

El portavoz del departamento señaló que los connacionales podrán buscar protección en el país centroamericano, según un acuerdo firmado entre EEUU y Guatemala.

Ante la noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la cancillería rechazaron los planes. La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo la noche del lunes que no estaba de acuerdo con la medida de Estados Unidos y calculó que podría afectar a unos 900 mexicanos a partir del próximo mes.

“El gobierno de México, en conjunto con autoridades a nivel estatal y local, trabajará para ofrecer mejores opciones a las y los mexicanos que pudieran ser afectados por esta disposición”, se lee en su comunicado.

A pesar de que el gobierno federal se comprometió a dar seguimiento al cumplimiento de los derechos humanos contemplados en los acuerdos internacionales, la moderada respuesta ha sido leída por algunos analistas como un reflejo de la falta de alternativas legales para impugnar la medida.

Reflejo de ello es el comentario de Theresa Cardinal Brown, directora de política migratoria y fronteriza para el Bipartisan Policy Center en Washington, quien dijo que “a la fecha, este gobierno en México no ha demostrado que vaya a contradecir al gobierno de Trump”.

México podría generar presión, amenazando con no permitir que los solicitantes de asilo extranjeros permanezcan en su territorio mientras esperan audiencia en las cortes estadounidenses, según dijo Brown.

Estados Unidos ha ampliado el alcance de su programa para devolver a los inmigrantes que cruzan la frontera desde México para esperar sus audiencias. A principios de año, el Departamento de Seguridad Nacional informó sobre el envío de más de 56.000 migrantes a México bajo el programa, conocido como Protocolos de Protección de Migrantes.

La política se implementó en 2019; desde ese entonces, el país del norte ha reducido de manera significativa el número de solicitantes de asilo que se presentaron durante ese año. El presidente Donald Trump ha hecho de la aplicación de la ley de inmigración un centro de su política.

Su administración considera los Protocolos de Protección de Migrantes como un éxito, según ha dicho el propio secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, quien se refirió a ella como una “herramienta efectiva”. Sin embargo, los críticos señalan que la iniciativa expone a los migrantes a la violencia que se vive en México y limita su capacidad para solicitar protección.

Sobre el número de mexicanos repatriados, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que, de diciembre de 2018 a noviembre de 2019, se registraron 207,741 personas mexicanas repatriadas provenientes de Estados Unidos y Canadá. Las personas repatriadas menores de edad suman 1,2061, en tanto que 195,680 son mayores de 18 años.

Por su parte, la administración de Andrés Manuel López Obrador ha defendido su plan contra la migración irregular, afirmando que ha conseguido disminuir cerca del 70% el número de personas que llegan a su frontera con EEUU.

Pese a los esfuerzos de México por disminuir la migración ilegal, Estados Unidos sostiene que se puede hacer más en materia migratoria. Quizá, la nueva medida es una forma de ejercer presión, pues ni siquiera fue consultada con el país azteca. Así lo confirmó Martha Bárcena, embajadora mexicana en Washington.

“Es una decisión que nos preocupa y es una decisión que no podemos estar de acuerdo. Ahora, está decisión no nos fue consultada, en una decisión que tomaron ellos (estadounidenses) con Guatemala, pero evidentemente yo quiero decir aquí que la posición de la Secretaría fue muy clara”, dijo.

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