El juez y los fiscales que sentenciaron a “El Chapo” a cadena perpetua están a cargo del caso de García Luna

El juez Brian Cogan y los fiscales Richard Donahue y Michael Robotti integran el equipo de llevará el caso de Genaro García Luna, acusado de recibir millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa a cambio de protección para el tráfico de drogas y trata de personas, mientras ocupaba puestos de alto rango en el gobierno de México.

Al aceptar la solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos (EEUU), la Corte para el Distrito Este de Nueva York, con sede en Brooklyn, designó a los tres artífices que sentenciaron a cadena perpetua a Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, para hacerse cargo del expediente 1:09-cr-00466-BMC-RLM que señala United States v. Genaro García Luna.

El 17 de diciembre, García Luna comparecerá en Dallas, Texas donde se confirmaría su detención provisional y traslado a Nueva York. Sin embargo, aún no hay fecha para que el ex secretario de Seguridad Pública se presente en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde el acusado se declararía inocente o culpable de los cargos que le imputan para, en su caso, iniciar el histórico juicio.

El juez Brian Cogan tiene una trayectoria que especialistas y la prensa estadounidense consideran irreprochable e impecable.

Este año concluyó el denominado juicio del siglo contra el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa; a quien Cogan sentenció culpable y condenado a purgar cadena perpetua.

Durante las audiencias, el juez fue severo en el trato con el narcotraficante, para conseguir el desarrollo de un juicio libre de amenazas. Sin embargo, los reporteros que siguieron el caso recuerdan que no logró mantener en aislamiento total al acusado -preso en una celda de Manhattan- para evitar comunicaciones con el exterior que pusieran en riesgo el proceso judicial; y mostró “sensibilidad” cuando le permitió a “El Chapo” escribirse cartas con su esposa Emma Coronel.

Además del juicio del siglo, destacan otros dos casos en la carrera judicial de Cogan: la condena de Muhamad Mahmoud Al Farekhal, integrante de Al Qaeda que participó en un atentado terrorista, a 45 años de prisión; y una polémica resolución de 2013, en la que determinó que la Iglesia Católica no debía proveer de métodos anticonceptivos, por una cuestión de libertad religiosa.

Richard P. Donoghue es el fiscal del Distrito Este de Nueva York, que atiende a más de ocho millones de residentes a través de su División Criminal. Sólo con la oficina principal de la División Criminal en Brooklyn, el fiscal tiene información relacionada con crímenes generales, narcóticos internacionales, lavado de dinero, crimen organizado y pandillas, así como seguridad nacional y ciberdelincuencia.

Desde su arribo a la Fiscalía de Nueva York ha mostrado una mano firme, de hierro contra el tráfico ilegal de estupefacientes y los barones de la droga.

Michael Robbotti es el otro de los fiscales del caso de García Luna, que también fue parte central en el juicio contra el líder del cártel de Sinaloa. Sus intervenciones lo mostraron como un especialista de los nombres, apodos (motes), territorios, tipo de drogas y rutas de trasiego de los cárteles del narcotráfico.

Igual que Gina Parlovecchio, Andrea Goldbarg, Hiral Mehta, Patricia Notopoulos, Paralegales Huda Abouchaer, Melissa Bennett y Eileen Rosado recibió el 25 de octubre una condecoración del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, por la forma en que se desempeñaron durante el juicio del siglo contra “El Chapo” Guzmán.

El 10 de diciembre, el Departamento de Justicia del gobierno de Estados Unidos dio a conocer la detención de Genaro García Luna, así como acusaciones en la que señala que durante el periodo comprendido entre 2001 a 2012 -mientras ocupaba puestos de alto rango en el Gobierno mexicano- recibió millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de proporcionar protección para su droga y actividades de trata de personas.

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