Un estudio reveló cuáles son las drogas que más consumen los mexicanos y con qué frecuencia

Para conseguirlo, analizaron muestras de excrementos recolectados en distintos sistemas de alcantarillado distribuidos en 13 ciudades mexicanas.

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(Foto: Cuartoscuro)
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Un estudio piloto que consistió en la recolección de metabolitos en aguas residuales, permitió conocer más a detalle cuáles son las drogas que más consumen los mexicanos y con qué frecuencia.

Entre los meses de noviembre y diciembre de 2015, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) tomaron muestras de metabolitos en excrementos humanos.

Para conseguirlo, analizaron muestras recolectadas en distintos sistemas de alcantarillado distribuidos en 13 ciudades mexicanas.

La mayoría de ellos fueron escogidos por su cercanía con clínicas de adicciones, prisiones y escuelas de nivel secundaria.

El resultado: un acercamiento como no se había visto antes a la frecuencia y el tipo de drogas que se consumen en el país.

Las muestras fueron tomadas en aguas residuales (Foto: Cuartoscuro)
Las muestras fueron tomadas en aguas residuales (Foto: Cuartoscuro)

A pesar de que en todos los sitios los resultados revelaron un uso frecuente de marihuana y metanfetamina, la cocaína fue de lejos la sustancia más común. Las trazas residuales del popular estimulante se recolectaron en más del 90 por ciento de las muestras.

Las concentraciones más elevadas se hallaron en Sinaloa y Tamaulipas. En todas las muestras, Sinaloa tuvo un promedio de 628 nanogramos por litro (ng/l) de cocaína, seguido de Tamaulipas, con 412 ng/l, que superó en dos o tres veces los promedios hallados en cualquier otro estado.

En el caso de la metanfetamina, Sinaloa lideró por un amplio margen el consumo de este psicoestimulante, con 2.308 ng/l, y Sonora ocupó el segundo lugar con 480 ng/l, seguidos de Tamaulipas, con 388 ng/l.

Lo impactante del estudio fue que los resultados coincidieron con las rutas de tráfico de estupefacientes en México.

(Foto: EFE)
(Foto: EFE)

Los valores más elevados de cocaína y metanfetamina se hallaron en ciudades de Nuevo Laredo, Culiacán y Torreón. Todas ellas ciudades fronterizas o puntos de tránsito importantes sobre corredores de tráfico de drogas de Centroamérica hacia Estados Unidos.

Según Statfor, una empresa privada especializada en inteligencia y espionaje, el 97 por ciento de la metanfetamina que entra desde México a Estados Unidos lo hace por el lado suroeste de la frontera. Desde una parte de Chihuahua, pasando por todo Sonora y Baja California, la metanfetamina cruza los límites fronterizos de México con EEUU.

En el caso concreto de Culiacán, capital de Sinaloa y punto clave en el trasiego de estupefacientes, el 17 de octubre las cosas se salieron completamente de control. Luego de que las autoridades detuvieron a Ovidio Guzmán, hijo del ex jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, los sicarios del cártel reaccionaron atacando a soldados con armamento pesado y sembrando el terror entre la población de la ciudad.

En respuesta, el gobierno decidió liberar a Ovidio Guzmán y así evitó una confrontación que hubiese resultado en una alta pérdida de vidas.

Nuevo Laredo, a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, ha sido durante años una zona de conflicto entre el Cártel del Golfo y Los Zetas por disputas por narcotráfico.

(Foto: Cuartoscuro)
(Foto: Cuartoscuro)

En el caso de la marihuana se halló menor disparidad, pues su uso es frecuente en casi toda la extensión del país. Sin embargo, los estados punteros en consumo de cannabis, según este estudio, fueron Chihuahua (287 ng/l), Quintana Roo (246 ng/l), y el Estado de México (224 ng/l).

Otro hallazgo del estudio fue la gran prevalencia de todos los tipos de drogas en las prisiones, algo que sin duda tiene relación con el constante flujo de narcóticos observado en muchos centros carcelarios controlados por grupos criminales.

Otro detalle interesante fue la ausencia de trazas de heroína en aguas residuales mexicanas. Los investigadores señalan que esto puede tener que ver con las dificultades para rastrear el opioide, algo que requiere técnicas más refinadas. Esto parece probable, pues la ausencia de esta droga no coincide con el exponencial aumento del consumo de heroína en México en 2014, un año antes de la recolección de las muestras.

Aunque el alcance del estudio del INSP es limitado, sus resultados son útiles para extraer conclusiones sobre el consumo de drogas en zonas críticas, como centros educativos y prisiones. La técnica se ha aplicado de manera más amplia en otras regiones, como Europa y Australia.

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