“Me preguntaban si no traía piojos la ropa”: Lydia Lavín, la diseñadora que combate la discriminación y colabora con más de 3 mil indígenas

La diseñadora de modas mexicana Lydia Lavín mezcla textiles originarios de comunidades indígenas con la más alta costura para confeccionar auténticas obras de arte, mostradas en pasarelas por modelos con discapacidad

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Lydia Lavín utiliza modelos con discapacidad para lucir sus diseños (Foto: Infobae México)
Lydia Lavín utiliza modelos con discapacidad para lucir sus diseños (Foto: Infobae México)

La mezcla de colores que utiliza en cada una de sus prendas provoca una marejada de sensaciones a la vista. Detrás de los diseños de Lydia Lavín está el trabajo de más 3,000 indígenas de distintas comunidades de México, con quienes unió fuerzas en busca de hacer de su marca un microcosmos equitativo e inclusivo.

Lydia nació en el seno de una familia textilera, por lo que inevitablemente puso especial interés en las comunidades indígenas, donde impera un inexplorado universo de texturas, bordados y tejidos.

“Desde hace 30 años trabajo con comunidades indígenas”, dijo a Infobae México Lydia Lavín, quien fundó su propia marca hace 15 años tras un arduo trabajo de recuperación de textiles que estaban por desaparecer en zonas donde la urbanización orilló a la gente a renunciar a sus tradiciones.

Sus diseños cargan con miles de años de tradiciones ancestrales (Foto: Infobae México)
Sus diseños cargan con miles de años de tradiciones ancestrales (Foto: Infobae México)

“Tenía muy claro que quería trabajar con las artesanas y dar difusión a su trabajo, y sobre todo, un trabajo colaborativo para que ellas puedan seguir trabajando en lo que saben”, abundó la diseñadora de 66 años.

Lavín colaboró en un proyecto de preservación de técnicas textiles tradicionales durante ocho años en conjunto con el entonces Instituto Indigenista Nacional – ahora conocido como Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas- y el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías. Y fue así que gradualmente tejió la idea de crear diseños colaborativos con esas comunidades.

“Cuando estás trabajando con comunidades indígenas ves la pobreza, la marginación, la violencia en la que viven y también los valores éticos que ellos tienen y las tradiciones que ellos quieren difundir. Por otro lado, me movía en el mundo de la moda que es frío, calculador, muy poco sensible; a veces demasiado vano y fugaz”, compartió.

Lydia fundó su marca en 2005 (Foto: Infobae México)
Lydia fundó su marca en 2005 (Foto: Infobae México)

“Son convenios bien establecidos. Las ayudamos a registrarse en cooperativas para que tengan una futura de representación legal y también que puedan facturar. Eso les ayuda a que no solo lo hagan conmigo, sino que puedan establecerse en puntos comerciales con esta organización que ya tienen”, añadió.

Fue en 2005 que decidió abrir su propia marca de diseño, misma a la que imprimió desde su inicio una mezcla técnicas milenarias con la más alta costura. Para 2012, su hija Monserrat Messeguer se adentró en el negocio de su madre como codiseñadora.

Actualmente, Lydia colabora con 12 comunidades indígenas, como con los nahuas de las zonas de Guerrero, Puebla y del Estado de México; así como con los amuzgos -también originarios del estado guerrerense- y los tenangos de Hidalgo.

“El diseño es colaborativo. Lo que nos gusta es enseñarles a ellas a trabajar en nuevos materiales. Es que ellas aprendan a usar nuevos materiales para que sepan cómo vender mejor, trabajar con fichas técnicas y puedan calcular el tiempo invertido. Que puedan implementar los conocimientos que desarrollan con nosotros para poderlo trabajar en otras colecciones”, explicó Lavín.

Espera que la moda se vuelva menos fría y calculadora (Foto: Infobae México)
Espera que la moda se vuelva menos fría y calculadora (Foto: Infobae México)

“Al principio fue muy difícil. Incluso la gente me preguntaba si no traía piojos o chinches la ropa. Pero nos invitaron a muchas pasarelas internacionales y eso hizo que los propios mexicanos se dieran cuenta que había un valor importante en lo que estábamos haciendo”, añadió Lydia, entrevistada poco después de la pasarela All Inclusive Runway en la Ciudad de México.

Este miércoles 9 de octubre, Lydia Lavín volverá a mostrar sus diseños al público. Esta vez lo hará en el prestigioso desfile Mercedes Benz Fashion Week Mexico City 2019, en el que -al igual que en el Runway- modelos con alguna discapacidad vestirán la más reciente ropa de su marca.

“Nosotros siempre hemos procurado que la marca sea incluyente, esta motivación tan grande que ha sido para los chicos, chicas y niños que salieron. También es una reflexión sobre la moda”, dijo sobre su participación en el All Inclusive Runway. “Trabajamos en muchas cosas incluyentes, entonces conozco a Silke Lubzik de hace tiempo, me invitó y es un honor”.

(Foto: Infobae México)
(Foto: Infobae México)

Es así que la riqueza cultural y la diversidad convergen entre cada una de las obras confeccionadas por esta marca, laureada en el 2010 por el Fashion Group International con el premio como mejor diseñadora del año.

“Hay muchos seguidores mexicanos ya. También los millennials y las nuevas generaciones están muy conectados con México y trabajar a favor de la gente; creo que eso lo está dando un twist a la moda diferente, un concepto de ir incluyendo y de pensar en toda la gente”, afirmó Lavín.

Una serie de vacíos legales abrieron el debate hace unos meses cuando Carolina Herrera utilizó diseños muy similares a los de las comunidades indígenas mexicanas, lo que fue visto como un plagio.

Los millennials han ayudado a hacer crecer su marca (Foto: Infobae México)
Los millennials han ayudado a hacer crecer su marca (Foto: Infobae México)

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) solicitó al Congreso mexicano impulsar y aprobar una ley que permitiera proteger el patrimonio cultural inmaterial de los pueblos indígenas. Una controversia que podría desaparecer si el mundo de la moda siguiera el camino ya trazado por Lydia Lavín.

“Es incorrecto, es poco ético”, dijo la diseñadora sobre esta práctica utilizada por sus colegas. “Uno puede establecer una colaboración con las comunidades y que ellas también ganen y ofrezcan”.

Es un patrimonio cultural y además ellas también son empresarias, entonces hay que respetar el patrimonio cultural, difundirlo, darle valor, decir qué comunidad está haciéndolo y si alguien quiere tratar de comercializar, poder hacer enlaces tanto colaborativos como legales que puedan permitir que el trabajo sea honesto y ético”, indicó Lydia, quien dijo querer dejar huella en el mundo de la moda y “que pudimos hacer una diferencia”.