OPINIÓN: Jalisco y la tradición del narco

Junto con Sinaloa es uno de los destinos preferidos por los cárteles de la droga para establecer operaciones y lavara dinero. ¿Qué es lo que este estado ofrece al crimen organizado?

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Jalisco es la cuna del CJNG (Foto: Especial)
Jalisco es la cuna del CJNG (Foto: Especial)

Por Rubén Ortega Montes*

El estado de Jalisco desde los años ochenta con el cartel Guadalajara entonces liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo encontró una tierra propicia para desarrollarse y proteger a sus familias dada la estructura de universidades particulares en la zona metropolitana, así también servía de territorio neutro para que las leyes no escritas sobre el respeto a las mujeres y a las familias tuvieran vigencia.

Además de ser tierra fértil para crear grandes imperios económicos, la existencia de redes carreteras, aeropuertos, pistas aéreas agrícolas, puertos cercanos, y ferrocarril, la facilidad para la construcción de hoteles de lujo, plazas comerciales, boutiques, discotecas, establecimiento de agencias de automóviles de lujo, esa provincia que era la perla tapatía se fue convirtiendo en una zona neutral y de desarrollo económico, con oídos sordos y ojos ciegos y complicidades de las autoridades en turno, lo que ha llevado a Jalisco a tener viviendo en su territorio a los capos más grandes de la droga como en su momento lo fue Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca, Joaquín “El Chapo” Guzmán, el “Güero” Palma, Amado Carrillo, los Arellano, todos bajo la jerarquía del “Jefe de Jefes” Félix Gallardo, inclusive teniendo el control y respecto de otros cárteles como los del Golfo, de Juárez y los asentados en Tijuana, ya que provenían de una misma familia y tronco común o de la tierra sinaloense.

El desarrollo inmobiliario y la vocación comercial más que industrial de Guadalajara y los pueblos como Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco fueron un gran atractivo.

La detención y muerte de algunos líderes de aquellos tiempos como el llamado “Cochiloco”, “Nacho Coronel” y el “Lobo Valencia” han convertido a la entidad en uno de los escenarios más proclives al uso de la violencia como lo muestran el número de ejecutados, desaparecidos, fosas clandestinas campo de una guerra intestina por la lucha del control de las distintas plazas de los cárteles que cohabitan en Jalisco, las fronteras interestatales con Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato y Colima propician el resguardo pero también el enfrentamiento que estamos observando por el control de las denominadas plazas con la muerte de muchos oficiales policiacos que se han visto infiltrados en la nómina Criminal, o en su defecto al no querer pactar con ellos se utiliza el famoso “plata o plomo”, siendo uno de los primeros lugares en la República Mexicana en asesinatos de policías, de empleados de la fiscalía, así como de intento de homicidio de jueces, al igual que los escándalos de corrupción con magistrados y jueces federales, todo ello hizo que Jalisco sea una tierra paraíso destino de la narcodelincuencia.

Y aunque hoy están en disputa los distintos cárteles, en frentes según la frontera con otros estados, en el interior se ha convertido en el más violento por los Cárteles Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.

*Profesor Investigador Integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara

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