Los 94 mil millones de pesos y las miles de horas que los mexicanos pierden al año por el tránsito vehícular

Un nuevo estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) arrojó cuál es el costo de la congestión vehicular en el país. Y el resultado son 94 mil millones de pesos al año, el equivalente a tres veces la inversión proyectada para la Ciudad de México en transporte público de 2018 a 2024.

El estudio "El costo de la congestión" analiza el impacto social y económico de la congestión vehicular en las 32 ciudad de mayor actividad económica del país. El ejercicio se realizó a partir de patrones de traslado de las personas y el comparativo del nivel de congestión de las ciudad entre transporte público y automóvil.

En términos de tiempo, el costo de la congestión es de 100 horas anuales promedio por persona: los usuarios del transporte público pierden 118 horas al año, mientras que quienes usan automóvil pierden 71 horas. La Zona Metropolitana del Valle de México, Monterrey, Guadalajara, Puebla y Tlaxcala son las ciudades con el mayor costo. Les sigue Tijuana, Toluca, Querétaro, Ciudad Juárez y Saltillo.

En México, la mayoría de la población usa transporte público o camina, sin embargo, el gobierno no le destina recursos en la misma proporción. Es más, según la evaluación del IMCO, 18 de las 32 urbes analizadas no invirtieron nada en transporte público en 2016, pese a que las ciudades recibieron 57 mil millones de pesos del fondo metropolitano.

Los datos demuestran que el 39% de los mexicanos en las 32 ciudades estudiadas usa transporte público pero los gobernantes solo asignan el 1.2% del presupuesto federal para movilidad. De ese total, 47% lo invierten para el automóvil, aun cuando solo un 25% de la población lo utiliza.

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Para el transporte público solo se destina el 1.2% del presupuesto asignado a movilidad y es usado por el 39% de la población. Proporciones similares se reproducen en casi todas las ciudades del país.

"Las ciudades mexicanas no miden los efectos que la congestión vehicular tiene en la población, por lo que los habitantes pagan los altos costos que genera este problema provocado por la falta de políticas públicas e inversión para garantizar mejores servicios de transporte público", señala el estudio del centro de investigación en política pública.

Esto se traduce en desigualdades para los ciudadanos: los usuarios de transporte público pierden 69 mil millones de pesos en oportunidades de ingreso, mientras los que utilizan automóvil pierden 25 mil millones de pesos, explicó el IMCO.

Para mejor las condiciones actuales en términos de movilidad, es necesario que las ciudades prioricen a las personas, y no a los autos. Para ello, los tres niveles de gobierno deben invertir de manera constante en transporte público seguro, eficiente y limpio.

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IMCO propone que el gobierno invierta en acondicionar el transporte público a las capacidades de los usuarios actuales y hacerlo financieramente sostenible a través de descuentos para la población vulnerable.

Sugiere la creación de infraestructura para movilidad no motorizada y el impulso de las ciudades inteligentes con sistemas centralizados de información que ayuden a los usuarios a tomar decisiones multimodales para sus traslados.

Se requiere desincentivar el uso del automóvil particular a través de impuestos verdes como son la tenencia, el impuesto a la gasolina, el cobro de vialidades urbanas, cargo por congestión e incluso poner un máximo de unidades que puedan circular. De manera paralela, se debe eficientar el uso del espacio público y fomentar el crecimiento urbano compacto con el uso de suelo mixto, mayores alturas de construcción y eliminar requerimientos mínimos de cajones de estacionamientos (como en CdMx y Guadalajara).

Es la clave la construcción de viviendas sociales en zonas centrales, así como el aumento de potencial de construcción y la operación regulada de iniciativas de movilidad como servicio.