El repunte del peso mexicano tiene las horas contadas

JPMorgan Chase rebajó la moneda a la categoría de "infraponderada" la semana pasada, pese a su postura neutral en general sobre otros países latinoamericanos, citando apuestas superpuestas sobre ganancias de la divisa, valoraciones poco atractivas y salidas de flujos en el mercado de bonos. Además, es probable que los precios del petróleo que ayudaron a sostener el peso el mes pasado se estabilicen, según los estrategas de Bulltick Kathryn Rooney Vera y Gregan Anderson.

Otra señal de advertencia proviene de los mercados de deuda, donde inversionistas extranjeros venden sus tenencias de bonos del gobierno denominados en pesos al ritmo más rápido desde fines del año pasado, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo.

El peso ha resistido en lo que va del año en medio de un crecimiento económico mediocre, ya que los riesgos políticos se desvanecieron y el gobierno insiste en que no reducirá el objetivo presupuestario de este año para estimular el crecimiento. El alto diferencial de tasas de interés de México también sirvió como un colchón.

La pregunta es cuánto tiempo puede mantenerse así. El peso probablemente terminará el segundo trimestre con una caída de 1,8 por ciento, a 19,25 por dólar, según el pronóstico medio seguido por Bloomberg. El modelo de valor razonable de Bulltick fija la moneda en 19,50 por dólar, aproximadamente un 3 por ciento por debajo de los niveles spot actuales.

El dólar también puede jugar un papel importante. El índice Bloomberg Dollar Spot se fortaleció en ocho de los últimos 10 años en mayo, por lo cual es su mes más fuerte. En general, el peso cae un 1,8 por ciento en mayo, según datos de entre 2010 y 2018. El real de Brasil declinó en cada uno de esos meses durante la última década.

Con información de Bloomberg