A Cristina Acosta se le quiebra la voz al hablar de su mascota. Ella es la dueña de Deko, el perrito que se hizo viral por vender postres en un parque de Campeche para pagar su tratamiento de quimioterapia.
La joven, que estudia el cuarto trimestre de administración de empresas, explicó en una entrevista con Imagen Televisión cómo su vida se cruzó con la de Deko.
Hace tres meses, caminaba por la calle cuando vio a una jauría de canes molestando a un perro callejero de avanzada edad. Cristina Acosta intervino y defendió al animal, que en agradecimiento, la siguió hasta su casa.
Durante tres días, el perro mestizo durmió en la puerta de su casa. Era cariñoso y fiel, y buscaba mimos continuamente. Enternecida por la dulzura del can, Cristina Acosta decidió regalarle un final feliz. Lo adoptó y lo llamó Deko.
Tiempo después, aquel pequeño que había pedido amor en la puerta de una casa, acudió junto a su nueva dueña y amiga a un parque de Campeche. Ella llevaba postres para vender y él sostenía en su cuello un cartel: "Vendo postres para pagar mis quimioterapias".
Y es que a las pocas semanas de lograr un hogar definitivo, Deko comenzó a comportarse de forma inusual, y se mostraba cansado y apático.
“Un día salimos y vimos que estaba tirado, no quería comer. Apenas se paraba. Decidimos llevarle al veterinario y ahí le diagnostican eso”
El veterinario le contó a Cristina que su mascota sufría un TVT, o Tumor Venéreo Transmisible, un tipo de cáncer que se da únicamente en animales. La buena noticia era que podía combatirse con tratamiento, pero para esto la estudiante debía pagar cinco sesiones de quimioterapia.
Cristina Acosta logró reunir el dinero para costear los primeros dos tratamientos, pero aún le faltaban tres. Con la ayuda de su hermana, elaboró postres y anunció la venta en redes sociales. Además, ella y Deko visitaron el parque de la ciudad para promocionar el chocoflan, los brownies y el flan napolitano.
Lo que nunca imaginó fue la respuesta que tendría su iniciativa.
"Lo empiezan a compartir muchos medios, nos empiezan a pedir alguna cuenta para sus donaciones y hubo personas que fueron personalmente a la clínica veterinaria a dar su donativo. Entonces, nos habla nuestro veterinario diciendo que las quimios que le faltaban ya se habían solventado" contó la propietaria.
Las lágrimas acuden a sus ojos cuando le preguntan si ha pensado qué pasará en el futuro con Deko.
"…Si lo he pensando y creo que todos los días me pasa por la mente porque es un perrito ya grande y cada quimio termina algo cansado y a veces pienso que no sé, que él descansara o seguir con esa lucha, pero igual, su carita y su comportamiento y que se deja que le pongan las quimios, yo creo que él si quiere vivir, creo que quiere seguir aquí conmigo y con todas las personas que los quieran…" aseguró Cristina Acosta con la voz entrecortada.
A pesar de la enfermedad, Deko es un perro feliz, y a cada rato busca las caricias de su dueña, quien aseguró que lo seguirá cuidando y apoyando para que siga adelante.
A su teléfono aún llegan mensajes de personas caritativas que le ofrecen ayuda económica para costear los gastos veterinarios, incluso desde EEUU. Ella agradece todas las muestras de cariño y de solidaridad aunque explica que el tratamiento ya está cubierto y que Deko por fin logró su ansiado final feliz.