Gobernador de Coahuila anunció que no permitirá más tránsito de migrantes por el estado

"No permitiremos que transiten más migrantes por Coahuila, la frontera está saturada y no vamos a provocar un caos", ese fue el comentario que Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador del estado, hizo durante su segunda visita a la caravana de migrantes centroamericanos resguardados en las instalaciones de la antigua empresa MACESA, en la ciudad de Piedras Negras.

"Estamos a la máxima capacidad, todo está excedido", agregó el mandatario, quien aseguró que se les brindará ayuda humanitaria, alimentación, alojamiento, servicios médicos y asesoría jurídica sobre su situación migratoria en México a los 1.617 centroamericanos que llegaron de Honduras, Guatemala y El Salvador en la tercera caravana migrante. 

Destacó que el alcalde la ciudad, Claudio Bres, en colaboración con las autoridades estatales y federales, ha hecho un enorme esfuerzo para brindarles la atención necesaria a los migrantes. Sin embargo, de acuerdo con él, los ciudadanos no merecen enfrentar contingencias de este calibre; "por ello vamos a buscar preservar siempre el estado de derecho, además no permitiremos que trastoquen la actividad de los habitantes de esta ciudad fronteriza, mucho menos el comercio, producción, productividad y demás", dijo a varios medios de comunicación mexicanos.

El gobernador también subrayó que las autoridades mexicanas no están promoviendo la meta que tienen los integrantes de la caravana, respecto a cruzar la frontera y buscar refugio en Estados Unidos. "Lo único que existe es un diálogo para ayudarles a que conozcan sus derechos humanos y la ayuda que pueden recibir debido a que la mayoría de ellos están huyendo de la violencia que azota a sus países de origen".

Presuntamente, la ayuda continuará en la medida de lo posible, pero "de manera organizada, como se hace en este momento". Ello amerita la implementación de controles parea dialogar con los centroamericanos los alcances que el gobierno estatal puede y no puede tener. En ese sentido, Riquelme no descartó la posibilidad de trasladar parte de la caravana a otro estado fronterizo. 

Luego de ser cuestionado sobre el hecho de que algunas organizaciones se quejaron por no haber sido solicitados para establecer protocolos de atención, el gobernador respondió: "no sé quién las tenga que llamar, yo estoy haciendo mi trabajo y además buscamos que ellos tengan la ayuda necesaria, que puedan comer, que puedan dormir, que sus hijos estén a salvo (…)". Y agregó que a todo representante de alguna organización de derechos humanos se le ha permitido el acceso. 

Riquelme Solís concluyó diciendo que la ciudad está excedida por el número de personas que están albergando y debido a lo que buscan, el estado no tiene la capacidad para ayudar a las autoridades migratorias mexicanas a revisar la situación migratoria de cada uno de los refugiados.