De 2012 a 2019: los momentos difíciles entre el gobernador de Jalisco y AMLO

La lista de encontronazos es grande y parece no tener fin; tan sólo esta semana hubo un intercambio de declaraciones entre el presidente y el gobernador por el desabasto de combustible que enfrenta Jalisco

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2012 marcó el distanciamiento entre ambos servidores públicos Foto: Cuartoscuro
2012 marcó el distanciamiento entre ambos servidores públicos Foto: Cuartoscuro

La relación entre Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, y Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha sido controvertida.

Poco queda del vínculo que existió entre los dos en 2006, cuando fueron candidatos por la coalición PRD-PT y Convergencia a la Presidencia de México y a una diputación local, respectivamente. En aquel entonces, López obrador fue un actor clave en el triunfo de Alfaro Ramírez. Su puesto como legislador le permitió convertirse en alcalde de Tlajomulco y posteriormente competir, en 2012, por la gubernatura del Estado de Jalisco.

Fue ese año el que marcó el distanciamiento entre ambos personajes, pues el entonces candidato a la presidencia terminó convencido de que Alfaro se había alineado  con el derechista Partido Acción Nacional (PAN), traicionándolo. La lista de encontronazos es grande y parece no tener fin; tan sólo esta semana hubo un intercambio de declaraciones entre el presidente y el gobernador debido al desabasto de combustible que se vive en Jalisco.

Luego de que Alfaro Ramírez asegurara que 18 municipios de la entidad que gobierna enfrentan un desabasto de gasolina de hasta 15%, el mandatario federal lo negó públicamente. "Ha ido mejorando el abasto a Jalisco, pero el ciudadano gobernador está dando entrevistas diciendo lo contrario. Está en todo su derecho, pero yo también tengo el derecho a no caer en ninguna provocación", dijo en conferencia de prensa.

En respuesta, Alfaro Ramírez publicó en su cuenta de Twitter una lista de los municipios que no cuentan con gasolina.

"Lo que les voy a decir no es en ánimo de confrontación ni de pleito con el Gobierno Federal. Tengo el hábito de hablar de frente y con argumentos", se leía en otro de sus mensajes. También expuso las zonas del Estado en las que el turismo ha registrado caídas y conflictos sociales "debido a la inconformidad de la población por priorizar el abastecimiento de ambulancias y patrullas".

Antes de este revés, el tema de la Guardia Nacional también generó tensión entre el tabasqueño y el jalisciense. Alfaro sostuvo en todo momento que "la función de la seguridad pública debía permanecer bajo la responsabilidad de las autoridades civiles", y que las disposiciones legales en esta materia, deberían estar orientadas a definir un modelo para confrontar una coyuntura específica y no generar un nuevo modelo de seguridad pública que apunte a la militarización.

Así como el proyecto de la Guardia Nacional, Ramírez ha criticado una serie de medidas presidenciales e incluso llegó a afirmar que defendería al Estado en el que salió electo, de cualquier "imposición" del Gobierno Federal. El perdón a los corruptos, los superdelegados y la partida presupuestal son los temas que más críticas han recibido por parte del gobernador de Jalisco.

Sobre la figura encargada de supervisar a los gobiernos estatales, dijo que violaban la soberanía de los estados y los principios constitucionales básicos. "Mi relación con el gobierno de la República será directa con el presidente y con sus secretarios de estado. No habrá en Jalisco autoridades intermedias,  simplemente porque eso vulnera principios constitucionales básicos y lastima el espíritu del pacto federal", aseguró vía Twitter.

En ese entonces, Carlos Lomelí Bolaños,  ex candidato a la gubernatura de Jalisco por el partido del presidente, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue el designado como coordinador estatal del Estado.

Sobre el tema presupuestal, Alfaro sentenció en distintas ocasiones que el montó asignado a Jalisco no era suficiente para llevar a cabo las obras prioritarias de la administración, y llegó a afirmar que las peticiones hechas por diferentes presidentes municipales al gobierno federal respecto al presupuesto habían sido descartadas sin importar su afiliación política.

"Ninguno de los proyectos prioritarios que planteamos parecen estar incluidos en la propuesta del presupuesto que será presentada en la Cámara de Diputados en los próximos días", escribió en redes sociales.

La seguridad y el perdón a funcionarios involucrados en casos de corrupción, son otros de los temas que han llevado al gobernador a mostrar públicamente su desacuerdo con el presidente. Ya desde antes de asumir el cargo, aseguró que en Jalisco, toda persona que fuera encontrada culpable de corrupción sería castigada, sin importar su cargo público.

"En Jalisco vamos a castigar a los corruptos con o sin el aval del gobierno federal. En Jalisco los corruptos irán a la cárcel, no de vacaciones", aseguró en 2018.

A finales del mismo año, Alfaro Ramírez expresó su inconformidad por no ser tomado en cuenta en el diseño de la estrategia de seguridad para su Estado. "Las autoridades estatales y municipales electas no somos invitados a la mesa de seguridad; somos los responsables de la seguridad en nuestro Estado por mandato constitucional. Con la seguridad no se juega a la política", sentenció en aquel entonces.

A pesar de todos estos reveses, tanto Andrés Manuel Lóez Obrador como Enrique Alfaro Ramírez niegan tener una mala relación. 

"El presidente y yo podemos tener diferencias en temas y de fondo, pero eso no significa que seamos enemigos, sino ser sus aliados para desmantelar al viejo sistema político. Ofrecemos diálogo siempre y pedimos lo mismo", sentenció Ramírez durante su toma de protesta.

La noche de este jueves, volvió a recordar en entrevista con Milenio, que, por su parte, no existe ningún resentimiento hacia López Obrador. Sin embargo, recalcó que los tiempos de obediencia al presidente ya se acabaron y catalogó de insuficiente las explicaciones que el Gobierno Federal le dio respecto al retraso de la llegada de combustible a Guadalajara y el resto de la entidad.

Durante la entrevista, lamentó que no hubiera la suficiente comunicación con Gobernación, y agradeció a la sociedad del estado por su solidaridad ante el problema de desabasto que se padece.