El número de víctimas por la explosión de una toma clandestina de combustible en Hidalgo aumentó a 95 con el deceso de otros dos heridos en las últimas 24 horas, informó el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer.
El funcionario federal aclaró que el gobierno de Hidalgo tiene la cifra de 96, pero habrá que "hacer la adecuación" de números, dijo.
El funcionario informó que permanecen hospitalizadas 44 víctimas. De estas, 6 están en centros hospitalarios de Hidalgo, 7 en el Estado de México y el resto (31) en la Ciudad de México.
En la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de Salud informó sobre el traslado de 4 pacientes de Hidalgo al Instituto Nacional de Rehabilitación, en la capital del país.
El presidente, por su parte, descartó la criminalización de las víctimas de la explosión, pues consideró que quienes reprueban y aun condenan que la gente participe en el "huachicol", no han tomado en cuenta las circunstancias de necesidad de la gente.
Mientras tanto, en el Servicio Médico Forense de Tula, en Hidalgo, todavía hay 56 cuerpos sin identificar y 10 más ya fueron entregado a sus familiares.
Las autoridades han recabado pruebas de ADN entre familiares que buscan a los desaparecidos, pero advirtieron que la identificación podría llevar meses, por las condiciones de los restos.
La prensa local ha reportado que los pobladores han emprendido su propia búsqueda en el lugar de la explosión, luego de que el Ejército levantó el cerco.
Los habitantes del municipio hidalguense afirman que en el terreno aún puede haber fragmentos óseos de víctimas de lo sucedido el viernes, y que no fueron recuperados por las autoridades.
Peritos en criminalista de la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo y el alcalde de Tlahuelilpan visitaron la zona, que perdió la preservación forense luego de que el área fue "peinada" por los habitantes.
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