El Congreso del estado de Coahuila, México, aprobó un dictamen con base en tres propuestas para reformar La Ley de Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente del estado, con el fin de cuidar el medio ambiente.
Así, quedó prohibida la entrega y uso de popotes (pajillas) de plástico y bolsas de ese material en centros comerciales. La venta y facilitación de bolsas de plástico para la carga de productos se restringió, así como para la envoltura de alimentos y bebidas.
A partir del decreto, se deberán emitir las bases para la transición del plástico a materiales biodegradables en un plazo no mayor de 90 días.
El documento aprobado indica que se deberá informar a la sociedad y se deberá implementar asistencia gratuita para capacitar a los consumidores sobre las alternativas, como bolsas de tela o bolsas de materiales biodegradables.
Quien infrinja la nueva ley "será acreedor a las sanciones que se prevén en la presente ley", declara el decreto, que también establece que "el uso de bolsas de plástico y popotes sólo se permitirá en caso de que sean creadas bajo procedimientos tecnológicos que les den la calidad de biodegradables".
México avanza poco a poco
Querétaro, Veracruz y Baja California fueron los primeros estados de la República Mexicana que aprobaron reformas de ley para erradicar o disminuir el uso de plástico, unicel y popotes en establecimientos comerciales.
En el caso de Querétaro, las multas por incumplir son de hasta USD 200.
Ciudad de México, Sonora, Durango, Jalisco y Nuevo León figuran en la lista donde el tema sigue en discusión.
En Durango, la Secretaría de Recursos Natuales y Medio Ambiente implementó un programa para poco a poco eliminar el uso de estos contaminantes, bajo el nombre de "Durango, dice adiós a las bolsas de plástico".
Aunque se volvieron parte de la vida cotidiana de la ciudadanía, las bolsas de plástico tardan 150 años en degradarse.
Problema mundial
Se estima que alrededor de 100 millones de toneladas de desechos plásticos ya se han "filtrado" a los océanos, una cantidad que aumenta anualmente de 5 a 15 millones de toneladas, según una investigación citada por la Agencia Internacional de Energía (AIE).
El problema es que los esfuerzos de reciclaje y gestión de residuos no están a la par con el crecimiento masivo en la producción y el consumo de plástico. El AIE, actualmente, recolecta menos del 20 por ciento de los residuos plásticos para su reciclaje.
La producción global de plásticos ha aumentado en más de 10 veces desde 1970, más rápido que cualquier otro grupo de materiales, y la demanda casi se ha duplicado desde el inicio del milenio.
Para 2050, la producción de un grupo de termoplásticos clave, incluido el tereflato de polietileno (utilizado para fabricar botellas de plástico), el polietileno y el PVC, podría crecer casi un 70 por ciento con respecto a los niveles de 2017.
"Si no se toman medidas ambiciosas a nivel mundial, particularmente en las regiones donde la demanda de plásticos está creciendo rápidamente, es poco probable que las tendencias actuales de desechos plásticos se desaceleren, y mucho menos se reviertan", apuntó la AIE.
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