Elecciones en México: analistas desnudan los aspectos más "ingenuos" y menos realistas de las promesas de campaña

Este 1° de junio empieza a correr la cuenta regresiva para la elección mexicana más de grande de la historia.

En un mes los electores irán a las urnas para votar por más de 3.400 puestos, entre ellos el de Presidente de la república, senadores y diputados federales.

Un grupo de académicos de distintas instituciones mexicanas realizó para Infobae una revisión de las propuestas de campaña de los tres principales candidatos a la Presidencia en materia de economía, sociedad, y seguridad pública.

Todos ellos han ofrecido becas o pensiones para los jóvenes y adultos mayores, pero no especifican de dónde saldrán los recursos a repartir, ni los procedimientos para recaudarlos. Algunos presentan como propuesta cosas que ya se hacen desde el siglo pasado, mientras que otros prometen logros que se pueden obtener gracias a la dinámica natural de los mercados y no por acciones que emprendan sus gobiernos.

En materia de impuestos, solo mencionan que habrá reducción en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que se aplica a los ingresos, pero no se menciona el impacto que ello tendría en el  gasto publico.

Las propuestas en seguridad tienen más posibilidades de llevarse a cabo. Sin embargo, los analistas también consideran que a los candidatos les hace falta detallar el cómo y con qué recursos las llevarán a cabo.

Incluso la polémica amnistía para narcotraficantes planteada por el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, tiene posibilidades de llevarse a la práctica.

Punto por punto

Uno de los aspectos que más preocupa a los mercados es que en la administración de Enrique Peña Nieto, iniciada en 2012, la moneda mexicana acumuló una perdida de 49%, según cifras del Banco Central al 9 de enero.

López Obrador presentó como una de sus propuestas otorgarle autonomía al Banco de México (central), pero para el economista Eliseo Díaz, del Colegio de la Frontera Norte (Colef), es sólo para salir del paso.

"En el corto plazo tendría consecuencias desastrosas declarar lo contrario. Fuera del amplio círculo de sus seguidores, sin embargo, son pocos los que creen esta oferta. Las políticas económicas que llevaría un probable gobierno de López Obrador se diseñan alrededor del mantra 'protegeré al pueblo'. Por ejemplo, frente a la eventualidad de una volatilidad monetaria internacional que lleve a una depreciación del tipo de cambio, si proteger al pueblo requiere desaparecer la autonomía del Banco de México, del régimen de tipo de cambio flexible y fijar los precios para evitar la inflación, lo va hacer", consideró.

Una de las propuestas insignia de Ricardo Anaya, candidato por la coalición Por México Frente, es la implementación de un ingreso básico universal, como una medida para reducir la desigualdad y dar una vida mejor a los estratos más bajos de la sociedad.

"La propuesta conlleva una alta dosis de injusticia, porque, como muchos dicen, el problema de México es la grave desigualdad del ingreso, dar a todos los mexicanos un ingreso garantizado no movería los indicadores de desigualdad utilizados. La estructura de la distribución del ingreso se mantiene sin cambios significativos. Al margen del esfuerzo presupuestal que un mecanismo de este tipo significaría. Los riesgos son la dificultad del fondeo de esta clase de mecanismos, el problema de la inflación que puede provocar y que llevaría a una carrera entre pérdida de capacidad de compra y tamaño de las pensiones, etcétera", opinó Díaz.

Anaya ha señalado que una de sus intenciones es aumentar el salario mínimo de 88 pesos diarios (USD 4.42) a 187 pesos diarios (USD 9.39), sin embargo hay economistas que consideran que en la práctica el salario mínimo no existe porque el tope está muy por debajo de las necesidades de la clase trabajadora.

"Son promesas, sólo por llegar, la realidad económica fiscal y social del país es mas compleja y requiere de una mejor propuesta", dijo Daniel de Loera Robles, investigador de la Universidad de Guadalajara.

En materia salarial, el candidato del oficialismo, José Antonio Meade, de la coalición Todos por México, ha planteado la igualdad de ingresos entre hombres y mujeres.

Pero al igual que los otros candidatos, lo plantea de manera muy superficial.

Promete multiplicar por tres las redes de transporte público, para construir ciudades compactas y bien comunicadas. Para los investigadores, se trata de una propuesta del tipo "abriré el Mar de Cortés".

"El transporte urbano en México es un auténtico desastre, organizar y modernizar este transporte sería un cambio coperniquiano con gran impacto en el bienestar inmediato de la sociedad, pero vista así en una campaña electoral en esta época parece un tanto ingenuo", aseguró el investigador del Colef.

Los monstruos de la inseguridad y el narco

Aunque la economía siempre ha sido un tema prioritario para el país, en este momento el problema de la delincuencia común y de los cárteles del narco tiene a México de cabeza.

Con 70 asesinatos por día, seis secuestros y un robo con violencia cada dos minutos, el tema está todos los días en la conversación de los mexicanos.

De las seis propuestas más importantes que plantea López Obrador, cinco son consideradas posibles y una parece más difícil de aterrizar. Su propuesta más polémica es la que plantea una amnistía para los narcotraficantes como una opción para terminar con la violencia generada por los cárteles de la droga.

"Sí es posible, pero tendría que delimitar a qué perfil de narcotraficantes aplicaría y a cambio de qué. La ambigüedad de la propuesta abre un amplio margen de posible aplicación, aunque puede ser contraproducente por los efectos en la percepción de impunidad y la falta de voluntad de los delincuentes para el cumplimiento de los acuerdos", explicó Carlos Rodríguez Ulloa, analista del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).

Jesús Pérez Caballero del Colef es más escéptico, pero no considera que esta propuesta sea imposible de llevarse a la práctica.

"Habría que aclarar si se refiere a amnistías (con un carácter colectivo y que suele imponerse antes, durante o después de un proceso penal, usualmente en el marco de un proceso de paz, negociaciones entre partes enfrentadas o de justicia transicional) o a indultos (medida individual que anula una pena que ya se ha impuesto)", cuestionó.

"Además, debe establecerse un criterio claro de qué tipos de delitos son amnistiables. Esas medidas que suponen un cambio tan grande desde lo que se está haciendo hacia otros modelos distintos no pueden imponerse de arriba abajo, sino que deben ser horizontales. Si no, se corre el riesgo de que sean vacuas", agregó.

De las siete principales propuestas planteadas por Anaya en este renglón, cinco se considera que se pueden cumplir, y dos no.

Su idea de "desmantelar, y no sólo descabezar a las organizaciones criminales", divide a los investigadores, "es posible aunque requiere de un enfoque más centrado en inteligencia y orientado hacia el desmantelamiento de la red o del proceso de la delincuencia organizada, en coordinación con la fiscalía y las instancias del poder judicial. El problema radica en el cambio de visión organizacional", dijo Carlos Ulloa.

Pero, Pérez Caballero lo consideró como "tan voluntarista, tan genérica, tan de spot publicitario, entre la metáfora y la tautología".

En este aspecto Meade es más radical y ha propuesto que "no habrá perdón" para delincuentes.

Pérez Caballero y Rodríguez Ulloa la ven viable, el problema es que a muchos delincuentes habrá que capturarlos primero.

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