La caravana partió de San Pedro Sula con miles de personas a las que se fueron uniendo otras más a su paso por otros países centroamericanos como El Salvador. Sus integrantes huyen en su mayoría de la violencia y la falta de empleo o desarrollo económico.
Sus días han transcurrido entre ocho horas diarias de caminatas, comer donde se pueda o donde alguien les ofrezca "un pan" o un lugar para pasar la noche.
Hasta el domingo por la noche unas mil personas estaban en el albergue acondicionado por el gobierno de Ciudad de México, se espera que para el martes la cifra llegue a 5.000
El primer contingente que llegó a Ciudad de México al estadio Jesús Martínez Palillo,un complejo deportivo, que fue acondicionado como albergue, dio una muestra de lo difícil que ha sido la travesía, el sentir emoción por un plato de comida caliente o un par de zapatos de regalos son muestra de lo duros que han sido estos días.
Estimaciones de la Comisón Nacional de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CNDHCDMX) señalan que cerca de 5.000 migrantes podrían llegar a la capital del país, hasta ahora se desconoce cuántos días se podrían quedar, por ello, el gobierno local acondicionó el estado con carpas para que puedan dormir, módulos médicos en los que se les aplican vacunas, se hacen revisiones y se les entregan medicamentos en caso de ser necesario. Hasta el domingo por la tarde había aproximadamente 1.000 personas.