Contar ovejitas es ideal para dormirse y parece que una de ellas se lo tomó muy en serio y aprovechó para hacer una siesta. El problema del desafío es que la única diferencia en la ilustración es la pupila de los ojos. Si hay un puntito negro, significa que está despierta. Todas ellas aparecen con sus pupilas, salvo una que no las tiene. Esa es la ovejita dormilona.
Muy cerca de la ovejita dormida hay un intruso en la imagen. Con los mismos colores que el rebaño, el blanco y el negro, hay escondido en la ilustración un perro que custodia a los animales.
Días atrás se conoció otro desafío, el del oso. Según sus creadores, casi nadie logra encontrar el animal antes del minuto.
Aunque no lo parezca, el oso allí está, ¿eres capaz de encontrarlo sin espiar la resolución?
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