Una médica militar y su esposa anestesista fueron imputadas por intentar proveer información sensible a Rusia

La pareja, arrestada en el Distrito de Maryland, está acusada de conspiración y develar información médica de individuos, con una pena máxima de diez años

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Jamie Lee Henry, la primera oficial del Ejército de EEUU abiertamente trans (Crédito: USA Army)
Jamie Lee Henry, la primera oficial del Ejército de EEUU abiertamente trans (Crédito: USA Army)

Una médica del Ejército de los Estados Unidos y su esposa anestesista fueron imputadas este jueves por haber tramado el envío de registros sanitarios de miembros del Gobierno y de las Fuerzas Armadas a Moscú.

Según el escrito de acusación, se trata del Comandante del Ejército y médica de las Fuerzas Armadas, Jamie Lee Henry, y su esposa, la anestesista Anna Gabrielian, quien trabajaba para la institución Johns Hopkins, según informó el canal ABC News.

Una portavoz de la Fiscalía de EEUU en Baltimore, Marcia Murphy, remarcó que en todo momento Henry se refirió a sí misma como hombre a pesar de que, en 2015, se había dado a conocer como la primera oficial del Ejército estadounidense abiertamente transgénero.

La pareja fue arrestada hoy y acusada ante la corte federal del Distrito de Maryland por, supuestamente, haber proporcionado información sobre la salud de individuos a una agente del FBI que se hizo pasar por empleada del Gobierno ruso. Estos datos están protegidos bajo la ley federal.

La operación comenzó en agosto pasado cuando se dio el primer encuentro entre Gabrielian y la agente en un hotel en Baltimore en el cual le comentó que quería ayudar “motivada por su patriotismo hacia Rusia”.

Incluso, la anestesista mencionó haber intentado comunicarse anteriormente con la embajada rusa en Estados Unidos tanto por teléfono como por correo electrónico para ofrecerse junto a su esposa a colaborar.

Gabrielian agregó que su esposa podía pasar datos sobre cómo las fuerzas estadounidenses crean hospitales en los conflictos y acerca del entrenamiento militar que el país proporciona a Ucrania.

Henry contaba con una acreditación de seguridad intermedia. Esto le daba acceso a información privilegiada y peligrosa, en caso de caer en las manos equivocadas. La médica mantuvo también un encuentro por separado con la agente, a quien reconoció haber considerado unirse como voluntario a las Fuerzas Armadas rusas tras el inicio de la guerra en Ucrania.

De esta forma, tanto Gabrielian como Henry dejaron en claro que podían suministrarle a la agente encubierta información médica tanto de miembros de las Fuerzas Armadas como de sus familias en Fort Bragg -lugar que le había sido designado a la militar como interista-. La anestesista, por su parte, ofreció datos de la institución médica en la que trabajaba.

Henry podía proporcionar información médica tanto de miembros de las Fuerzas Armadas como de sus familias en Fort Bragg (REUTERS)
Henry podía proporcionar información médica tanto de miembros de las Fuerzas Armadas como de sus familias en Fort Bragg (REUTERS)

Henry llegó a hacer una primera entrega a la agente que contenía los registros sanitarios de un oficial del Ejército, de un empleado del Departamento de Defensa y de las esposas de tres veteranos. En tanto, Gabrielian tenía planes para huir a Turquía junto a su esposa y sus hijos, en el caso de que sus acciones quedaran al descubierto.

“No quiero acabar en la cárcel aquí con mis hijos siendo rehenes sobre mi cabeza”, indicó la anestesista a la oficial del FBI.

La pareja está acusada por dos cargos: conspiración, cuya pena máxima son cinco años, y develar información médica de individuos, con una condena máxima de diez años.

Por su parte, desde la institución Johns Hopkins, un portavoz indicó que estaban “impactados” por las noticias y avanzaron en su intención de cooperar “plenamente” con los investigadores.

(Con información de EFE)

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