La Universidad de Rockefeller realizó un seguimiento entre 417 de sus empleados que han recibido las dos dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna contra el COVID-19 y halló que hasta el momento solo dos de ellos se contagiaron del coronavirus, según un estudio publicado este miércoles.
Aunque no hay un grupo de control que haya recibido placebo para determinar una tasa de eficacia, la cifra menor al 0,5% de empleados contagiados es un espaldarazo a los esfuerzos por continuar la campaña de vacunación, que ahora intenta llegar a los sectores más escépticos.
“Hemos caracterizado ejemplos auténticos de contagios en personas completamente vacunadas que se manifiestan como síntomas clínicos”, explicaron los investigadores en su estudio, según reportó CNN. Los autores aclararon que las observaciones no socavan la importancia de la campaña de vacunación, aunque dejan la puerta abierta a una eventual necesidad de una tercera dosis de refuerzo para aumentar la protección frente a las nuevas variantes.
Es que, precisamente, una de las dos infecciones registradas constaba de una mutación, la E484K, que se encontró por primera vez en la variante B.1.351 identificada originalmente en Sudáfrica.
Las personas infectadas fueron una mujer de 51 años que recibió su segunda dosis de Moderna el 19 de febrero y dio positivo el 10 de marzo con síntomas leves; y otra mujer de 65 que tuvo la segunda inoculación de Pfizer el 9 de febrero y desarrolló síntomas a mediados de marzo, unos días después del contagio de su pareja.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) reportan que 87 millones de personas en el país han recibido las dos dosis (o una, en el caso de la fórmula de Johnson & Johnson) y están consideradas como completamente vacunadas (aunque las más recientes todavía deben pasar por el tiempo de generación de anticuerpos).
La semana pasada, las autoridades sanitarias indicaron a CNN que la agencia ha recibido casi 6.000 reportes de infecciones entre personas vacunadas, con muchos casos asintomáticos, pero con 396 hospitalizaciones y 74 muertes. En comparación con las decenas de millones de personas vacunadas sin infectarse, es una cifra ínfima.
Estados Unidos ya vacunó a más del 50% de la población adulta con al menos una dosis y ha aplicado un total de 215 millones de dosis.
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