Por qué Donald Trump le debe la victoria en Florida a Miami-Dade, un condado donde Joe Biden obtuvo más votos

El estado pendular más disputado del país terminó en un triunfo de 3,5 puntos para el presidente. Un número ajustado, pero mayor que el que había conseguido cuatro años atrás contra Hillary Clinton. ¿Cómo influyó el voto latino?

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Simpatizantes del presidente de EE.UU., Donald Trump, salen a las calles de Miami, este 3 de noviembre de 2020. EFE/Cristóbal Herrera

Ganar la Florida no le garantiza a Donald Trump una reelección. Pero era la primera gran prueba de la noche para seguir en carrera. Estos 29 votos electorales resultaban vitales para que el Presidente pudiera seguir compitiendo con Joe Biden. Para el demócrata, si bien hubiera sido bueno ganarlos, existen otros escenarios que lo pueden llevar a los 270 votos electorales.

Lo curioso es que Biden perdió la Florida por un porcentaje mayor que Hillary Clinton cuatro años atrás, pese a tener mejores resultados en varios condados clave. Biden ganó las áreas urbanas y suburbanas de St Petersburg, que en 2016 habían apoyado a Donald Trump, y conquistó más votos en la zona de Orlando que los que había logrado la ex primera dama.

Trump, como se esperaba, tuvo amplio apoyo en los condados rurales. Es cierto que hubo un mayor número de votantes allí, pero también lo hubo en las zonas urbanas. Eso no marcó la diferencia.

La gran diferencia estuvo en Miami-Dade. El mayor condado de la Florida y la región más demócrata del estado. Joe Biden ganó este condado. Nadie tenía dudas de que lo haría. Pero la diferencia que logró el demócrata aquí es de 7,04 por ciento. En 2016, Hillary Clinton había conseguido una ventaja de 30 puntos por encima de Donald Trump en este condado.

En Miami-Dade, el 69 por ciento de la población es de ascendencia latina. La comunidad cubano-americana es la más grande del condado, pero también hay una enorme cantidad de centroamericanos y colombianos. En los últimos años se han instalado aquí muchos venezolanos. Se calcula que unos 200 mil ciudadanos venezolanos están viviendo en Miami-Dade. No son la comunidad más numerosa pero su poder político ha crecido mucho.

Donald Trump y Joe Biden (AFP)

Ganar Miami-Dade implica conquistar al público latino, y definitivamente el terreno ganado por Donald Trump en esta elección en Miami-Dade está ligado al apoyo de buena parte de estas comunidades.

La política exterior de la administración Trump hacia Latinoamérica y la tendencia hacia la izquierda de parte del partido demócrata (no necesariamente de Joe Biden, pero de la línea de Bernie Sanders) jugaron un papel determinante en esta región donde el rechazo al comunismo y socialismo son pilares de una comunidad compuesta en gran parte por exiliados. Muy diferente a las prioridades de otras comunidades latinas en el resto del país, donde los mexicano-americanos son mayoría.

El fenómeno republicano o conservador en Miami-Dade se extendió más allá de la elección presidencial. Los dos principales distritos al Congreso federal del condado que en 2016 habían sido conquistados por candidatas demócratas, Donna Shalala y Debbie Mucarsel-Powell, terminaron esta noche en manos de candidatos republicanos, Carlos Gimenez –quien está terminando su segundo mandato como alcalde de Miami-Dade- y María Elvira Salazar.

Estos resultados no implican que el condado se haya teñido de rojo en lo más mínimo. Por el contrario, anoche Miami-Dade eligió a su primera alcaldesa en la historia, Daniella Levine Cava. Se trata de la candidata más progresista que jamás haya competido en este condado y ganó por una mayoría de ocho puntos por encima de su contrincante.

Las horas serán largas y los resultados finales pudieran demorarse un par de días. Pero gane quien gane el país, el rol que la comunidad latina de Miami-Dade ha jugado anoche es innegable.

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