El drama de una familia en Florida: madre, padre e hijo murieron de coronavirus con solo días de diferencia

Un matrimonio y su hijo mayor fallecieron tras contagiarse con coronavirus en Miami, Florida. La única sobreviviente es su hija: Violeta, quien también dio positivo y estaba en cuarentena mientras su familia falleció en el hospital.

Mario Mayorga Tapia, de 42 años, falleció el pasado domingo. Trabajaba para una empresa que ofrecía servicios de limpieza en el hospital Sinai Medical Center en Miami Beach. La familia dice que comenzó a sentirse mal a mediados de marzo. No están seguros dónde adquirió el virus, pero creen que él contagió a sus padres y hermana con quienes vivía.

La familia llegó a vivir a Estados Unidos, proveniente de Nicaragua, hace más de 30 años. Mario y su hermana Violeta se criaron en Miami.

Su padre, Mario Mayorga Tuckler,de 72 años, falleció el 10 de abril. Días después murió su esposa, Esperanza Tapia, también de 72 años. Ambos fueron maestros en Nicaragua y estaban a punto de cumplir 50 años de casados.

Violeta Mayorga Tapia sigue luchando contra el coronavirus y espera reunirse con su hijo de 8 años, quien está con su padre.

“Todos vivían juntos, por lo que su mundo entero se ha puesto patas arriba en este momento”, dijo la prima de Mario, Marcela Lastre, y agregó que la familia no sabe dónde se infectó Mario.

La pareja de ancianos y su hija fueron examinados después de que Mario Jr. fue hospitalizado con síntomas graves que requirieron cirugía de derivación y un ventilador, dijo Lastre a ABC News.

“Mario era una persona excelente llena de amor, de vida, todavía joven, le encantaba salir, viajar, pasar tiempo con amigos y familia”, dijo su prima.

Todas sus pruebas resultaron negativas, la primera vez. Luego fueron sometidos a una nueva prueba, dieron positivo al virus y tuvieron que ser hospitalizados, dijo Lastre.

"Pasaron entre tres y cinco días desde que una persona mostraba síntomas a la siguiente", agregó Lastre. "Pensamos que todos mostrarían síntomas al mismo tiempo".

Todos menos la condición de Violeta disminuyeron tan rápidamente que Lastre dijo que no estaba segura de si Mario Jr. alguna vez le dijeron que sus padres habían muerto antes de su propia muerte.

“Entre el respirador y los sedantes, no sé cuánto estuvo al tanto en las últimas semanas”, dijo.

“Estaban agradecidos de estar aquí y convertirse en ciudadanos estadounidenses”, dijo. “Esta ha sido una familia que ha estado junta por tanto tiempo y ha construido mucho juntos”.

El pastor Francisco Quiñónez, un primo de la familia Mayorga Tapia, está tratando de ofrecer palabras de aliento para Violeta.

“Está devastada no es fácil perder a su mamá, su papá y a quien tenía muchas esperanzas, su hermano”, dice Quiñónez.

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