Estados Unidos aclaró que no está preparando su retirada de Irak

Altos mandos de las Fuerzas Armadas realizaron las declaraciones luego de que se enviara por error un borrador a las autoridades iraquíes que así lo anunciaba

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Mark Esper y Mark Milley. Foto: REUTERS/Yuri Gripas
Mark Esper y Mark Milley. Foto: REUTERS/Yuri Gripas

El gobierno de Estados Unidos aclaró este lunes que no está planeando su retirada de Irak, luego de que tomara estado público una carta que así lo anunciaba. En concreto, el jefe del Estado Mayor, Mark Milley, explicó a los medios que la misiva era “un borrador sin firmar” que “nunca debería haber sido enviado”.

Fue un proyecto (de carta) sin firmar”, enviado a algunos líderes militares iraquíes porque los movimientos de tropas estadounidenses en Irak han aumentado en los últimos días, dijo Milley en declaraciones a la prensa.

El gobierno iraquí había anunciado antes que el ejército estadounidense había informado que se estaba preparando para retirarse en una carta firmada por el general William H. Seely, comandante de las operaciones militares estadounidenses en Irak.

En el borrador, el general Seely indicaba al comando militar iraquí que Washington estaba “reposicionando” las fuerzas de la coalición anti-yihadista con el objetivo de “retirarse de Irak de manera segura y efectiva”. Este párrafo está “mal redactado”, agregó el general Milley. Esto “implica una retirada. Esto no es lo que está sucediendo”.

En declaraciones públicas con el objetivo de aclarar la situación, el secretario de Defensa, Mark Esper, explicó que Estados Unidos está desplegando nuevamente sus tropas en Irak, pero no abandona el país. “No se ha tomado una decisión de abandonar Irak. Punto”, agregó el secretario de Defensa.

La carta circuló un día después de que el Parlamento iraquí reclamara la expulsión de fuerzas extranjeras en respuesta al operativo, en Bagdad, en el que murió el general iraní Qasem Soleimani, quien era el militar más importante en Irán. En una sesión extraordinaria en presencia del primer ministro Adel Abdel Mahdi -quien renunció a su cargo a finales de noviembre- el Parlamento demandó para “poner fin a la presencia de tropas extranjeras” en el país.

Qassem Soleimani. Foto: AFP
Qassem Soleimani. Foto: AFP

En respuesta a la decisión del Poder Legislativo iraquí, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó al país con sanciones “muy grandes”. “Harán que las sanciones contra Irán parezcan casi débiles”, agregó. “Tenemos una base aérea extraordinariamente cara allí. La construcción costó miles de millones de dólares. No nos iremos si no nos pagan”, dijo.

Estados Unidos tenía 5.200 soldados en Irak hasta la llegada la semana pasada de varios cientos más para proteger la embajada en la Zona Verde, un distrito ultra seguro de Bagdad, atacado el martes por miles de milicias proiraníes y donde también cayeron misiles el fin de semana.

La exacerbación de las tensiones entre Estados Unidos e Irán como resultado de la muerte de Soleimani tienen inevitables efectos en Irak. El país está bajo una fuerte influencia de la teocracia islámica, lo que se ve ilustrado, entre otras cosas, en el accionar de las milicias chiítas proiraníes en el terreno. Sus miembros lanzaron los misiles que mataron al contratista estadounidense en una base militar en Kirkuk el 27 de diciembre y protagonizaron el asedio a la embajada de ese país en Bagdad días después, luego de que Estados Unidos respondiera al primer ataque con un bombardeo.

En Bagdad, les comandantes de las facciones pro-Irán ya llamaron a sus combatientes a “estar preparados”. El líder chiita Moqtada Sadr reactivó el Ejército de Mehdi, su milicia disuelta hace una década tras haber acosado al ocupante estadounidense en Irak. Y una escalación de la violencia en Irak es considerada como una de las consecuencias directas más posibles de la muerte de Soleimani.

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