Un hombre que trepó por motivos aún desconocidos una alta chimenea en la comuna inglesa de Carlisle murió atrapado en la estructura, pese a los prolongados esfuerzos de la policía por rescatarlo.
“Quedó atrapado hacia las 2.20 de la mañana (del lunes), y la operación de rescate se puso en marcha mientras un grupo de diversas agencias se congregó posteriormente. Todas las agencias trabajaron lo más rápido posible para tratar de rescatar al hombre”, declaró por la tarde el superintendente de la Policía del condado de Cumbria, Matt Kennerley, al confirmar el fallecimiento. Poco antes, las autoridades habían señalado que el sujeto ya no respiraba ni respondía a las señales del personal del operativo.
La policía no divulgó la identidad y se limitó a decir que se trata de un vecino de la zona de alrededor de 50 años.
La chimenea Dixon, conocida así por su propietario, Peter Dixon, fue construida en 1836 y en su momento fue la más alta del Reino Unido, con 80 metros.
Los bomberos lo encontraron con el torso desnudo y boca abajo, colgando apenas de una bota. Fue descubierto en medio de la noche tras escucharse sus gritos de auxilio desde las alturas.
Un helicóptero, un drone y una plataforma hidráulica (que llegó desde Escocia) fueron utilizadas en el operativo. Sin embargo, no podían acercarse hasta él sin poner en riesgo la estructura.
Las autoridades tampoco explicaron cómo hizo el hombre para llegar a la parte superior de la chimenea.
Durante el rescate, las temperaturas en Carlisle habían caído por debajo de -2°C. El cuerpo fue descendido cerca de las 16.45 y declarado muerto en el lugar.
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