Un faro de 120 años de antigüedad ha sido puesto sobre ruedas y rieles para alejarlo del Mar del Norte, que ha estado erosionando la costa del noroeste de Dinamarca.
Cuando se encendió por primera vez el faro de Rubjerg Knude, de 23 metros de altura, en 1990, estaba a unos 200 metros de la costa; ahora está a sólo seis.
Arne Boelt, el alcalde local, dijo que muchas cosas podrían salir mal al mover el edificio, que pesa unas 1.000 toneladas y se encuentra en un acantilado. “Pero vale la pena el riesgo.... la alternativa sería desmantelar el faro”, dijo.
La ministra danesa de Medio Ambiente, Lea Wermelin, calificó el faro como "un tesoro nacional " en un intento de justificar los más de USD 745.000 gastados por el ministerio para salvarlo. Boelt y la ciudad de Hjørring también han contribuido a la financiación del traslado.
La duración prevista del traslado era de 10 horas, a una velocidad de ocho metros por hora. El edificio en su posición original estaba en peligro por la erosión y el desplazamiento de las arenas.
El faro dejó de funcionar en 1968, cuando las arenas finalmente enterraron dos edificios adyacentes, y se convirtió brevemente en un museo. Todavía atrae a más de 250.000 visitantes cada año.
La mudanza, retransmitida en directo por las agencias de noticias danesas, dependía del clima, que en la actualidad es favorable en la región. Treinta minutos después de la operación, el faro se había movido 1,4 metros.
En 2008, una iglesia cercana fue desmantelada para evitar que cayera al mar. La iglesia románica de Mårup, construida alrededor de 1250 sobre un acantilado, fue uno de los lugares de rodaje de la película El festín de Babette de 1987, que se convirtió en la primera película danesa en ganar un premio Óscar a la mejor película en lengua extranjera.
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