Nueva York se convertirá en el primer estado en exigir que se detallen los materiales con los que se hacen los tampones

La ley, que afecta también a otros productos, busca exponer el uso de sustancias químicas que podrían ser tóxicas o causantes de alergias desconocidas

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En Nueva York será obligatorio informar de qué están hechos los tampones y otros productos menstruales (Shutterstock.com)
En Nueva York será obligatorio informar de qué están hechos los tampones y otros productos menstruales (Shutterstock.com)

Nueva York se convertirá en el primer estado en exigir la divulgación de los materiales de los tampones y de otros productos menstruales. La ley fue firmada el viernes por el gobernador demócrata Andrew Cuomo, quien dijo que podrían contener sustancias químicas tóxicas o causantes de alergias desconocidas.

La norma entrará en vigor en 180 días. Los fabricantes de productos menstruales, incluyendo toallas higiénicas y tampones, tendrán 18 meses para desarrollar nuevos envases o etiquetas.

Linda Rosenthal, miembro de la Asamblea Legislativa, dice que actualmente los consumidores no están informados de los cambios en los materiales, incluyendo la cantidad de algodón que se usa en comparación con los materiales sintéticos.

La legisladora demócrata de la ciudad de Nueva York señaló que las mujeres pueden usar los mismos productos menstruales durante décadas sin conocer los materiales exactos que se usan en ellos. Hay compañías como Always que han publicado los materiales en su página web en los últimos años y dicen que son seguros.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, durante una conferencia de prensa en el municipio de Queens el 13 de noviembre de 2018 (REUTERS/Jeenah Moon/File Photo)
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, durante una conferencia de prensa en el municipio de Queens el 13 de noviembre de 2018 (REUTERS/Jeenah Moon/File Photo)

En los últimos tiempos creció el cuestionamiento a los tampones por cuestiones sanitarias y ecológicas, y algunos especialistas empezaron a recomendar el uso de copas menstruales. Según el primer análisis exhaustivo publicado en la revista médica británica The Lancet, las copas, que recogen el flujo de sangre en lugar de absorberlo, son seguras y tan efectivas como las toallitas femeninas y los tampones, y además son menos costosas.

Al igual que los tampones, se insertan en la vagina y se deben vaciar cada cuatro a doce horas. Pueden durar hasta 10 años. Los autores de la investigación encontraron que aproximadamente el 70% de las mujeres continuó utilizando copas menstruales una vez que supo cómo usarlas. Los hallazgos demostraron que aunque hay 199 marcas disponibles en 99 países, las personas aún no saben qué son ni cómo usarlas.

Una farmacia en Manhattan (Shutterstock.com)
Una farmacia en Manhattan (Shutterstock.com)

Las copas menstruales proporcionan una alternativa rentable y eficiente a los apósitos y tampones. La evidencia sugiere que, durante un período de 10 años, una sola podría costar entre el 5% y el 7% del costo de las toallitas o tampones. A su vez, producen menos residuos de plástico: durante una década, se estima que una crea el 0,4% de los residuos de plástico generados por los apósitos de un solo uso o el 6% de los producidos por el uso de tampones.

Desde una perspectiva médica, los investigadores consideraron que las copas menstruales son tan seguras como el resto de los productos de higiene femenina. En cuatro estudios con un total de 507 mujeres, su uso no mostró efectos adversos sobre la flora vaginal y en los estudios que examinaron la vagina y el cuello uterino durante el seguimiento, no se identificaron daños tisulares.

Con información de AP

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