Cuatro puntos para entender la irrupción de Más País, el partido impulsado por Íñigo Errejón

Podría ser el partido que garantice el gobierno de izquierda que los acuerdos tras las elecciones de abril no consiguieron. Por Joan Carles Pamies Palazuelo

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Íñigo Errejón (Foto: EFE/ Fernando Villar)
Íñigo Errejón (Foto: EFE/ Fernando Villar)

Uno de los fenómenos políticos más relevantes tras la convocatoria de elecciones a raíz de la investidura fallida es el de Más País. Esta plataforma, impulsada por Íñigo Errejón y el entorno de Más Madrid, concurrirá, si nada cambia en el agitado panorama político español, a las elecciones de noviembre de este mismo año.

Sin embargo, muy poco se sabe de la formación desde que fue anunciada el pasado día 22 de septiembre. A continuación, tratamos de esclarecer algunos puntos clave para poder entender el origen y el lugar que ocupa Más País en la actual oferta política, así como sus propuestas y las posibles consecuencias de su irrupción en el sistema de partidos español.

¿Por qué se llama ‘Más País’?

El nombre de Más País, que fue revelado el 25 de septiembre tras el acto en la sede de UGT, tiene referencias a cuestiones específicas de la trayectoria previa de la plataforma y de su líder.

En primer lugar, Más País parte del nombre adoptado por la plataforma Más Madrid, que concurrió en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019. Pero Más País contiene también una referencia muy particular a Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006. Este partido, fue el caso de estudio de su disertación doctoral defendida en 2012, y en la que analizaba el proceso de construcción de hegemonía de este partido en sus primeros cuatro años de gobierno.

Las dos palabras que conforman el nombre, además, reflejan en buena medida el mensaje del partido a nivel de estrategia de bloques y de representación. La palabra ‘pueblo’ ha sido utilizada por nuevos partidos de izquierda como Podemos de forma constante a la hora de articular su discurso, desde los programas hasta incluso a la hora de asumir los cargos. Por su lado, la palabra ‘más’ haría referencia al objetivo de sumar en el bloque de la izquierda.

La plataforma y dónde se presenta

Además del grupo de Más Madrid, por ahora se sabe que Más País concurriría con Compromís en la Comunidad Valenciana, con Chunta Aragonesista (aunque solo en Zaragoza), con la escisión de Podemos en la Región de Murcia y con EQUO en la mayoría de las circunscripciones en las que se presenten.

Respecto a esto, no se conoce aún completamente la lista de circunscripciones (provincias) en las que se presentarían, aunque el preacuerdo con EQUO apunta a que serían diecisiete.

En concreto, se presentaría en aquellas provincias que fueran “competitivas o semicompetitivas”, haciendo referencia al sistema electoral, que ofrece mayores posibilidades de representación a los partidos pequeños en aquellas provincias donde más escaños se reparten. Un vistazo rápido al reparto de escaños por provincia nos podría dar una idea de que esas provincias podrían ser aquellas con siete o más escaños, es decir, aquellas tan grandes o más que Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, Asturias, Pontevedra y Granada.

¿Con quién compite y qué propone?

Desde Más País se ha insistido que su intención no es competir con Podemos. Sin embargo, esto parece más una demostracían de cortesía que una realidad. Las declaraciones de líderes de Más País, presumiblemente siguiendo esta línea de juego limpio, indican que el objetivo serían los votantes progresistas que se hubieran abstenido si el bloque de izquierda solo fuera conformado por Podemos y el PSOE. Sin embargo, y aunque las encuestas transversales (no longitudinales) no pueden explicar efectos de trasvase de votos, todo parece indicar que la caída de algunos partidos de izquierda y, sobre todo, de centro, podría estar relacionada con los resultados esperados de Más País.

Respecto a sus propuestas, las declaraciones reflejan aquí el estado embrionario de la plataforma, llegando a reconocer que no existe un programa para las elecciones. Sin embargo, esas mismas apariciones parecen indicar que va a tener un peso central la transición ecológica y el feminismo. En este sentido, lo esperable es que Más País articule su programa en base a las preocupaciones de ese electorado objetivo que hemos señalado.

Efectos y previsiones tras su irrupción

Las primeras encuestas electorales tras la investidura fallida apuntan a que podría conseguir entre 10 y 20 escaños. Esta variabilidad refleja lo complicado que es estimar los resultados en escenarios volátiles. Esto resulta aún más difícil al no saber a ciencia cierta cuáles van a ser las condiciones con las que van a concurrir. Los partidos de centro izquierda y de centro podrían ver perder sus escaños respecto al mes de abril por la entrada de Más País. Sin embargo, no parece que el bloque de izquierda tenga que verse necesariamente perjudicado, del mismo modo que el fraccionamiento tras la entrada de VOX en Andalucía no supuso directamente peores opciones de gobierno para la derecha.

En conclusión, en la medida en que hubiera una desmovilización mayor en el bloque de derecha que en el de izquierda, Más País podría ser, al final del día, el partido que garantice el gobierno de izquierda que los acuerdos tras las elecciones de abril no consiguieron. El escenario alternativo dibujaría una fragmentación en la izquierda que requeriría un importante esfuerzo de los actores para poner de acuerdo a fuerzas previsiblemente más enemistadas que en las pasadas elecciones.

No obstante, no será hasta dentro de dos meses cuando conoceremos los efectos de estas segundas elecciones en los demás partidos, desde una posible recuperación de Ciudadanos, a un golpe de efecto de Podemos o, incluso, a un refuerzo in extremis de la derecha a través de una plataforma conjunta.

Joan Carles Pamies Palazuelo es investigador en la Universidad Autónoma Madrid. Anteriormente, fue investigador visitante en el Centre d'Études Européennes (Sciences Po, París).

Publicado originalmente por The Conversation.

The Conversation