Un hombre del norte de Denver, Estados Unidos, fue acusado este jueves en una corte federal en Colorado por contrabando de armas que eran escondidas dentro de juguetes y luego enviadas a compradores en diversos puntos de México y otras partes del mundo.
Michael John Suppes, de 45 años, enfrenta ocho cargos por incumplir la Ley de Control de Exportación de Armas de Fuego, luego de enviarlas a otros países como Sudáfrica, Camboya, India y Australia, según documentos de la Corte Federal de Distrito en Denver.
Suppes también enfrenta cargos por producción y posesión ilegal de armas de fuego, luego de ser arrestado el pasado 30 de mayo en la localidad de Firestone con 50 cajas de rifles de asalto AK-47 y AR-15, así como unos USD 82.000 en munición para esos rifles, además de cargadores para otras armas de fuego.
Según informó la oficina del Fiscal Jason Dunn, a cargo del caso, un agente encubierto contactó a Suppes y se hizo pasar como residente de Ciudad Juárez, Chihuahua, que buscaba comprar "juguetes" para enviarlos a la mexicana ciudad de Guadalajara. Suppes accedió a la venta por USD 10.000 de 30 rifles AR-15 y rifles AK-47, además de 10 de cargadores.
Tras el allanamiento de su vivienda y taller, las autoridades encontraron incluso armas de fuego personalizadas con la Bandera de México, así como carros de juguete a control remoto con pistolas Gluck en su interior y que estaban destinados a India.
De acuerdo a la Fiscalía, Suppes compraba las estampillas en un sitio en internet que al ser revisados por los investigadores se descubrió que entre 2015 y 2018 el acusado envió 1.200 paquetes, en cada caso usando nombres de compañías no existentes.
El acusado también recurrió a la página en internet eBay para vender más de 6.000 productos, incluyendo partes de armas de fuego que estaban destinadas a Arabia Saudita, y que terminaron siendo interceptadas por agentes federales.
Suppes usó servicios en línea para recibir los pagos, lo que permitió a las autoridades localizar e incautar en el puerto de Long Beach (California) 70 paquetes destinados a un comprador en Camboya. De ser hallado culpable de todos los cargos, podría ser sentenciado con hasta 80 años de cárcel y una multa de USD 250.000.
Con información de Efe