Examinarán el ADN y darán nombres a especies vistas en exploración aguas Puerto Rico

La NOAA proseguirá su programa de expedición por los próximos 3 años explorando el Atlántico Norte, cerca de la costa este de los EEUU hasta llegar a Canadá y parte del Atlántico europeo, con el fin de comparar las aguas profundas con la del Caribe

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Los exploradores también encontraron una medusa psicodélica mientras exploraban una cresta montañosa en la zona de La Parguera en Lajas, municipio en la costa suroeste de Puerto Rico
Los exploradores también encontraron una medusa psicodélica mientras exploraban una cresta montañosa en la zona de La Parguera en Lajas, municipio en la costa suroeste de Puerto Rico

Científicos estudiarán el ADN y les darán nombres propios a desconocidos corales, estrellas de mar, crinoideos y esponjas que miembros de la Oficina Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, en inglés) descubrieron en una recién exploración en aguas profundas de Puerto Rico e Islas Vírgenes de EE.UU.

Según explicó el coordinador de la misión "Océano Profundo 2018" y biólogo marino ecuatoriano Daniel Wagner, "para denominar una especie se necesita una muestra descrita y cuando se comprueba, la persona que hace ese análisis tiene el honor de darle un nombre".

El también miembro de la Oficina de Investigación y Exploración Oceánica de la NOAA agregó que durante la expedición -que arrancó el 30 de octubre y culminó el 21 de noviembre- se llevaron a cabo 19 inmersiones en lugares "que nunca se habían explorado".

Los exploradores captaron las imágenes a bordo del buque Okeanos Explorer y utilizando un vehículo de última generación operado por control remoto (ROV, en inglés), capaz de sumergirse a profundidades de 6.000 metros.

Así, los exploradores -49 de ellos abordo del buque Okeanos Explorer- encontraron cartuchos y "chillos" (pargos) desconocidos a más de 100 metros de profundidad, una distancia inusual de vida de estas especies.

“Lo importante es que se tenían muy pocas fotos o vídeos de estas especies, pero ahora tenemos muchos datos que recolectamos de su hábitat natural sobre cómo se comportan, qué comen y cómo se mueven”, detalló Wagner.

En la expedición colaboraron 63 científicos de 7 países, incluyendo varios de Puerto Rico, y 37 instituciones.

"Mi trabajo es coordinar este tipo de expediciones y trabajar con la comunidad científica para áreas de investigación y exploración y luego ejecutar las expediciones, para después analizar y generar reportajes y ejecutar expediciones", explicó.

Wagner añadió que las pasadas dos exploraciones en esta zona caribeña había sido también con el buque Okeanos Explorer en el año 2015 y la otra en el 2013.

Este espécimen, del género "Crossota" y denominado "psicodélico" por los científicos, tiene tentáculos cortos y largos alrededor de toda la parte central, una especie de campana o cúpula semitransparente con un interior rosáceo.

Otro descubrimiento, nunca observado anteriormente, fue la imagen de un embrión vivo de tiburón gata moviéndose dentro de una cápsula de huevo.

"Nunca habíamos visto al tiburón verlo moverse en esa etapa. Fue espectacular y oportuno", resaltó Wagner, quien destacó además la cantidad de tiburones, al menos una docena, que avistaron en aguas tan profundas.

Igualmente, los miembros de la NOAA atestiguaron un pez escorpión, lirios de mar, anémonas de mar, un pez trípode, un pepino de mar, una langosta achaparrada y diversos tipos de estrellas de mar y de erizos, incluyendo uno tipo "panqueque", y crinoideos.

“La mayoría de nuestro planeta es agua, pero su mayoría consiste de aguas muy profundas, de la que se sabe muy poco. Y esta fue la primera vez que se recolectaron datos de esta parte de este ecosistema”, abundó Wagner.

"Lo que también es importante saber es que la región caribeña tiene mucha diversidad en aguas no tan profundas y que sus ecosistemas y diversidad es grande, pues en el Caribe sabemos que hay muchas formaciones de montañas, cañones y hábitats. Su diversidad nos permitió explorar muchas zonas", agregó.

Fue por ello también que los expertos del NOAA avistaron además los restos de un terremoto submarino de 1918 en el oeste de Puerto Rico.

Wagner explicó además que otro de los propósitos de la expedición fue generar suficiente información y datos para darle la oportunidad a los científicos a conseguir fondos para hacer investigaciones futuras.

"Eso es para que científicos locales hagan más investigaciones después de la nuestra, y todos los datos que recolectamos son accesibles al público. Esperamos que, a pesar de que no vamos a regresar el próximo año o que vaya a tomarnos varios años, pues que la gente sepa lo que existe en esas aguas profundas", destacó.

Con información de EFE

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