El veterano político republicano, de 71 años, exgobernador de Massachussets y excandidato a la Presidencia de EE.UU. en 2012, regresará la política nacional al ganar hoy un escaño en el Senado federal por el estado de Utah, según la proyección de varios medios.
Con el recuento del 41% de los votos emitidos, medios nacionales como la cadena CNN o el Washington Post, dan por ganador ya a Romney, que recibía el 59% de los votos, por el 36% de su rival.
Tras ganar, dijo que su triunfo es una “afirmación” de que más allá de géneros, etnias, orientación sexual, raza o lugar de nacimiento, todos “somos iguales, no solo ante los ojos de Dios, sino también con el respeto y la dignidad que merecemos”.
Romney hizo un llamamiento a la acción en el Congreso federal para lograr un "presupuesto equilibrado", una reforma del sistema migratorio para que los "inmigrantes legales sean bienvenidos y se termine la inmigración ilegal".
Se anticipa que, por su trayectoria, Romney tendrá una influencia en el Senado inusual entre los nuevos senadores.
Además, al ser mormón se espera que Romney actúe como un "contrapeso moral" en un contexto político que él mismo anteriormente calificó de "divisivo e indigno".
En este sentido, el republicano dijo tras su triunfo que, aunque será uno entre el centenar de senadores, una persona, "haciendo lo correcto en el momento adecuado puede tener un impacto duradero" y apostó por llegar a acuerdos con los demócratas en la Cámara alta.
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