Entró a una comisaría y confesó haber arrojado a su hermano al vacío: "Finalmente, me convertí en un criminal"

Un hombre se encuentra bajo custodia policial luego de confesar haber arrojado a su hermano de 4 años al vacío desde un edificio de apartamentos en Brooklyn, provocando la muerte del niño.

La policía respondió a un llamado al 911 alrededor de las 3:30 a.m. del sábado, por una emergencia en el 2400 de la avenida Nostrand en Midwood.

Cuando llegaron, encontraron al cuerpo del pequeño en el patio trasero de un edificio, inconsciente en medio de un basural y sin mostrar signo de vida alguno.

La criatura, identificada como Shimron Smith, fue declarada muerta en la escena, según compartió un vocero del NYPD.

Los oficiales comunicaron que Shawn Smith, el hermano de 20 años de la víctima, se encuentra bajo custodia luego de admitir haberlo arrojado al niño desde la azotea del edificio de siete pisos.

El primo de los hermanos en cuestión dijo a la cadena ABC que el detenido sufre de una enfermedad mental y que previamente había sido hospitalizado para tratar su esquizofrenia.

El hombre se acercó hasta la comisaría del precinto 70 confesar su crimen. "Acabo de matar a mi hermano" le dijo a unos policías que se encontraban dentro de su patrullero en la acera de la estación ubicada en Brooklyn.

"Llevé a mi hermano a la azotea y lo arrojé al vacío" agregó el joven presuntamente inestable, quien llevó a los agentes hasta donde se encontraba el cuerpo de su hermanito.

El joven era visto por sus vecinos como alguien "callado y atormentado" que "no hablaba con nadie y se aparecía detrás tuyo sin decir nada".

Shawn y Shimron eran el mayor y menor de seis hijos de Odessa Frith, una mujer que se había mudado a su familia al sexto piso del edificio de apartamentos, procedente de la República de Guyana.

Tras ser acusado formalmente de homicidio en segundo grado, Smith declaró ante los medios locales: "Finalmente me he convertido en un criminal". El hombre no tenía antecedentes previos ni tampoco un historial de violencia, según compartieron fuentes de la policía.

Según trascendió, recientemente el sospechoso le había dicho a su familia que escuchaba voces en su cabeza que le pedían "hacer algo malo", pero este no llegó a alertar a nadie sobre la naturaleza de sus deseos.

Sus recientes intentos de suicidio, denunciados mediante numerosos llamados al 911 realizados en abril pasado, generaron preocupación en su entorno cercano. Su último tratamiento psiquiátrico en el hospital de Kings County, tuvo lugar en julio.

Sus familiares compartieron que el joven había dejado de tomar la medicación que le habían recetado para tratar su esquizofrenia. "Esto era un problema crónico" dijo uno de las fuentes consultadas por NYPD.

Un vecino de la familia, recordó al fallecido como "un niño dulce" que "andaba en su pequeña bicicleta de arriba a abajo constantemente".

El crimen dejó a todo el vecindario consternado. "Se trata e un chiquillo de cuatro años" dijo Mario Martino, un vecino residente de la zona por más de treinta años, en diálogo con el New York Post.

"Imagina lo que pasó por su cabeza cuando fue arrojado desde la azotea" concluyó Martino.

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