El conmovedor mensaje del padre de Mollie Tibbetts en su último adiós

La desaparición y crimen de Mollie Tibbetts conmovió a los Estados Unidos. Desde el momento en que no se supo nada de ella, a mediados de julio, todo el país, pero sobre todo Iowa, se movilizó para hallarla con vida. Finalmente, las peores noticias arribaron hace una semana, cuando se conoció quién la asesinó y dónde había abandonado su cadáver.

El mensaje final de su padre, Rob Tibbetts -quien encabezó las búsquedas desesperadas durante más de un mes-, fue conmovedor. Alrededor de 1.200 personas se reunieron en uno de los gimnasios del Brooklyn-Guernsey-Malcom High School para despedir a Mollie.

Pidió aplausos, en memoria de su hija de 20 años que estudiaba Psicología en la Universidad de Iowa y hubiera querido una despedida semejante. Una y otra vez las palmas emocionaron a los presentes.

Pero además de alentar a la gente a recordar a su siempre pequeña hija con aplausos, Rob habló. Deslizó unas sentidas palabras para el público que había estado a su lado toda la vida, pero sobre todo los pasados más de 30 infernales e interminables días que lo sometieron a la máxima prueba a la que un padre podría enfrentarse.

"Hoy, necesitamos dar vuelta la página. Estamos al final de una larga experiencia. Pero necesitamos darla vuelta hacia la vida. La vida de Mollie. Porque nadie es víctima de Mollie. Mollie es mi heroína. La persona que mejor equipada para atravesar esto es Mollie. Por eso, tratemos de hacer lo que Mollie hubiera hecho. Digamos lo que Mollie hubiera dicho", dijo Rob emocionado.

Tibbetts agradeció profundamente a todos los que ayudaron, de alguna u otra forma, en la búsqueda de su hija. Desde los voluntarios hasta los medios de comunicación pasando por las fuerzas del orden. "¿Quieren saber por qué ha sido tan efusivo todo? Porque nosotros nos veíamos en Mollie", señaló.

El caso de Mollie Tibbetts conmovió a todos los Estados Unidos. Durante un mes se la buscó intensamente en toda Iowa por la policía estatal y por el FBI, que tomó parte de la investigación. Finalmente, tras interrogar a un sospechoso dos veces, este confesó la autoría. Su nombre: Christian Bahena Rivera.

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