Cuando el guardia de frontera creía haberlo visto todo, tropezó con lo que parecían implantes de glúteos. Pero lo que llevaba el hombre era pasta de opio.
"Parecían implantes", le dijo a Los Angeles Times el vocero de Aduana y Protección Fronteriza en California, José Enríquez. "Los llevaba por debajo del pantalón y por encima de los calzoncillos".
Un ciudadano estadounidense de 28 años estaba acercándose en su vehículo deportivo (SUV) a la caseta del punto fronterizo de la carretera 86 próximo a Ocotillo Wells, al norte de la frontera entre México y EEUU.
Antes de que llegara, un perro entrenado en la detección de narcóticos se dirigió al vehículo. De inmediato, los agentes le pidieron al chofer que se moviera hacia la zona de inspección secundaria.
La pesquisa del SUV no dio nada, pero al revisar al hombre los agentes encontraron las bolsas de pasta de opio en aditamentos similares a implantes de glúteos adosados a su cuerpo.
Eran 2.2 libras del producto, que en la calle se venderían a un precio superior a los 71.000 dólares.
Se trata de la pasta seca que extraen de la adormidera, y que tiene un 12% de morfina, usada para producir heroína, le explicó Enríquez al diario.
Ahora el hombre, el opio y el vehículo están bajo custodia de la DEA.