¿Quiere comprar un apartamento en Nueva York? El insólito test que debe aprobar su perro

El Programa Buen Ciudadano Canino ofrece una certificación para los aspirantes a propietarios que temen que sus mascotas no pasen el examen. Pruebas de ADN, cartas de recomendación del paseador y referencias del veterinario, entre los requisitos

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Los administradores de edificios en la ciudad de Nueva York son famosos por exigir toda clase de información personal y financiera sobre las personas que aspiran a comprar un apartamento: profesión, ingresos, impuestos, estado civil, domicilios anteriores, cuentas bancarias, estudios, referencias laborales y sociales. Y una entrevista personal. Que puede incluir, si el candidato lo tiene, a su perro.

Según City Realty, una web especializada en inmuebles de la ciudad, los entrenadores de perros tienen programas especializados para las entrevistas. La Sociedad Nacional Canina de los Estados Unidos (AKS) ofrece una certificación de Buen Ciudadano Canino: el grupo garantiza buena conducta, comprensión de las órdenes básicas y eliminación de las reacciones negativas ante la presencia de otras personas.

(iStock)
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El programa de la AKS enseña a los perros 10 habilidades, desde sentarse cuando se les solicita hasta jugar amablemente con otros animales. En general dura tres o cuatro sesiones de entrenamiento grupal, pero para los menos talentosos existen clases privadas de USD 175 la hora. En 2016 los graduados del programa llegaron a 65.000.

A veces basta la solicitud escrita del candidato a gastar millones de dólares en el apartamento para conseguir la aprobación de la mascota. Una buena descripción del perro y un par de fotos tiernas logran que los miembros de la junta de vecinos se rindan ante sus encantos.

"Lo primero que hacemos es crear un dossier sobre el perro", dijo a City Realty Elena Gretch, fundadora de It's A Dog's Life, una agencia que brinda ese entrenamiento. Gretch también recomendó que la carpeta incluyera cartas de referencia del veterinario y del paseador del perro.

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Pero si la entrevista es inevitable, existen distintas estrategias de preparación, según The New York Times.

"Algunos dueños confían en enfoques sencillos como asegurarse de que sus mascotas estén bien alimentadas o cansadas de una larga caminata", explicó el diario. "El proceso ha llevado a otros a tomar medidas más drásticas, sin embargo, incluyendo exámenes de ADN para probar el pedigree de un perro, calmantes o terapia para mantener al perro tranquilo, sesiones fotográficas para mostrar sus mejores aspectos".

(Shutterstock)
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En algunos edificios hay razas expresamente prohibidas. Los habitantes de un edificio ubicado en West End Avenue se quejaron de intolerancia perruna cuando recibieron la notificación de una nueva política del edificio: una carta del veterinario que manifestara de qué raza era el animal o, en su defecto, un estudio de ADN, para confirmar que la mascota estaba entre las aprobadas.

The New York Post informó que "la junta tiene una lista de 27 razas 'a las que no se les permite residir en el edificio debido a información documentada sobre su tendencia a la agresividad'. La lista de Fidos prohibidos incluye a malteses, pomeranians, san Bernardos y pastores alemanes".

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En general las prohibiciones tienen que ver con el riesgo potencial que el animal presenta a los vecinos. Pero a veces son injustas, según Gretch: "Es fácil tenerle miedo a algo grande, pero cuando un mastín mestizo de 45 kilos (más de 95 libras) se echa y rueda, es adorable".

La otra gran preocupación son los ladridos. Un perro muy ruidoso no pasa el examen: no sería buen vecino.

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Un edificio de la Quinta Avenida tiene una entrevistadora de perros, Hilary Adams Zwicky, con la que habló The New York Times. "Me pidieron que lo hiciera porque era la única de la junta que tenía perros. Y adoro a los perros, a todos los perros", explicó la dueña de dos Shih-tzus.

La entrevista consiste en compartir unos cócteles. Ella y el candidato a propietario los beben mientras el perro da el examen con las dos perritas de Adams Zwicky. "Si los perros se huelen entre sí, todo va bien", contó. "Luego lo toco para ver cómo reacciona ante un extraño. Y luego pregunto si tiene todas las vacunas y si está esterilizado".

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