Barack Obama vetó el proyecto de ley que hubiese permitido a familiares de víctimas del 11S demandar a Arabia Saudita

El presidente de los Estados Unidos rechazó la iniciativa aprobada por el Congreso porque contradice el principio de inmunidad que protege a los Estados de demandas civiles o criminales

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Barack Obama, presidente de los Estados Unidos (Reuters)
Barack Obama, presidente de los Estados Unidos (Reuters)

El presidente estadounidense, Barack Obama, vetó este viernes un proyecto aprobado por el Congreso el pasado 9 de septiembre que autorizaba a los familiares de las víctimas de los atentados del 11S a demandar a Arabia Saudita, arriesgando el rechazo de la opinión pública y de los congresistas.

Expresando "profunda simpatía" por las familias de las víctimas, Obama afirmó que la propuesta hubiera sido "contraproducente para el interés nacional de Estados Unidos" y socavaría el principio de inmunidad soberana, exponiendo al país a demandas ante diversos tribunales alrededor del mundo.

"Entiendo el deseo de justicia de los familiares y estoy decidido a ayudarlos en este esfuerzo", explicó en un mensaje dirigido al Senado. "Sin embargo, firmar esta ley habría tenido un impacto nefasto para la seguridad nacional de Estados Unidos", agregó.

Bajo las leyes actuales de Estados Unidos, las víctimas de terrorismo pueden demandar solamente a los países oficialmente designados por el Departamento de Estado como patrocinadores del terrorismo, como Irán y Siria. No se ha probado la existencia de una complicidad oficial de Arabia Saudita en los ataques de Al Qaeda y el Reino nunca ha sido implicado formalmente.

Congreso de los EEUU
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Conflicto con los republicanos

Con este veto, Obama entabla un duelo peligroso con el Congreso, que podría infligirle una dura derrota a pocos meses de su partida de la Casa Blanca. Si dos tercios de los legisladores se unen detrás del proyecto, podrían levantar el veto presidencial, con lo que la ley entraría en vigor.

El gobierno de Obama multiplica sus contactos en el Congreso, en particular ante los representantes demócratas, para asegurarse de que ese número fatídico no sea alcanzado, y critica los cálculos electoralistas que "en privado" expresan sus reservas pero luego votan la iniciativa, con los ojos puestos en las elecciones del 8 de noviembre, en las que además de elegir presidente, se renovará también una parte del Congreso.

Con información de AFP