El gobierno estadounidense expresó este viernes su preocupación por el estado de salud de los disidentes cubanos que se han declarado en huelga de hambre, y así se lo ha expuesto a las autoridades cubanas.
"Nos preocupa la situación física de Guillermo Fariñas, Carlos Amel y otros activistas que llevan a cabo una huelga de hambre", aseguró el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, en una declaración previa a su habitual rueda de prensa diaria.
Y agregó: "Hemos elevado estas preocupaciones directamente al gobierno cubano, tanto en Washington como en La Habana".
El vocero John Kirby comenta sobre la preocupación por los que participan en huelga de hambre en #Cuba. https://t.co/lBNjVLwbwE
— USA en Español (@USAenEspanol) July 29, 2016
Estados Unidos está siguiendo la situación de esos disidentes de manera estrecha, dijo el vocero, que aseguró que su gobierno se mantiene "solidario con quienes defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales, como la de libre expresión o de libre reunión".
Guillermo Fariñas, premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos, fue hospitalizado el jueves en la ciudad cubana de Santa Clara tras perder el conocimiento debido a la huelga de hambre y sed que comenzó el pasado 19 de julio.
Paralelamente, un grupo de disidentes encabezados por el coordinador juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) en la provincia oriental de Santiago de Cuba, Carlos Amel Oliva, lleva a cabo otra huelga de hambre desde hace 16 días.
Fariñas, de 54 años, que fue rehidratado y atendido en el hospital al que había sido trasladado, regresó hoy a su domicilio tras salir "bajo su responsabilidad" del centro médico.
El disidente, actual coordinador del Frente Antitotalitario Unido (Fantu), considerado ilegal por el gobierno cubano, se declaró en huelga de hambre y sed para protestar por los malos tratos que asegura que recibió de agentes policiales cuando acudió a interesarse por un opositor detenido.
La protesta de Fariñas, que ha realizado más de una veintena de huelgas de hambre desde 1995, busca asimismo que el gobierno de Raúl Castro dialogue con la disidencia. El régimen cubano considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios".