Rodolfo Cardoso, el futbolista argentino adoptado por Alemania: “La Bundesliga le ha mostrado al mundo que se puede volver a la normalidad”

El ‘Pelusa’ llegó a tierras germanas a fines de los ’80 y nunca se fue. Actualmente trabaja como entrenador en las juveniles del Hamburgo, club en el que se retiró en 2004. En diálogo con Infobae, habló sobre la importancia de la reanudación del torneo, la cultura del jugador alemán y el trabajo que hace en las canteras

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Rodolfo Cardoso jugó más de 200 partidos en la Bundesliga y hasta fue DT interino del Hamburgo, club en el que se retiró y ahora trabaja en juveniles (@rodolfo.cardoso_official)
Rodolfo Cardoso jugó más de 200 partidos en la Bundesliga y hasta fue DT interino del Hamburgo, club en el que se retiró y ahora trabaja en juveniles (@rodolfo.cardoso_official)

Son 43 los futbolistas argentinos que forman parte de la historia de la Bundesliga, la primera gran liga en regresar a la actividad en plena pandemia de coronavirus. Algunos quizás no lograron dejar huella pero hay otros que sí tienen un lugar destacado en los anales del fútbol alemán. El más goleador fue Diego Klimowicz (70 goles), el más ganador Martín Demichelis (12 títulos nacionales con el Bayern Múnich), el más querido es Javier Pinola –tiene su una tribuna con su nombre en el estadio del 1. FC Nürnberg– y el que más partidos jugó es Rodolfo Cardoso, que disputó 220 partidos en la élite del fútbol germano.

El ‘Pelusa’, oriundo de Azul y surgido de las inferiores de Estudiantes de La Plata, llegó a Alemania en enero de 1990 y nunca se fue. Jugó en el FC Homburg, SC Freiburg, SV Werder Bremen y el Hamburger SV, club donde se retiró en 2004 y en el que todavía trabaja. Fue allí donde se convirtió en el primer entrenador latinoamericano en la historia de la Bundesliga –cuando hizo de DT interino en 2011 y repitió en 2013– y donde ahora trabaja como entrenador técnico en las juveniles, principalmente en la definición con los atacantes de las categorías más avanzadas. Lleva 30 años viviendo en Alemania y gran parte de su vida está ligada a la liga que ha roto con el confinamiento y devolvió el fútbol al mundo.

En un diálogo exclusivo con Infobae, el argentino Rodolfo Cardoso explica por qué era tan importante que vuelva a rodar la pelota en tierras germanas, además de hablar sobre la influencia de los hinchas, la cultura del jugador alemán y cómo se trabaja en las canteras de un país donde todo funciona a la perfección.

— ¿Por qué era tan importante que regrese el fútbol en Alemania?

— Había mucho dinero en juego y, principalmente, muchos clubes que podrían haber quebrado económicamente. El fútbol en la actualidad mueve mucho dinero y a su alrededor también hay otros negocios que dependen de eso. La Bundesliga le ha mostrado al mundo que se puede, que era posible el regreso si se hacían las cosas como se tienen que hacer. Más allá de que hay todavía gente que no está de acuerdo, que no está contenta, nosotros los que integramos el fútbol estamos felices de que la pelota volvió a rodar. Hay que ver el lado positivo, se evitaron muchos problemas económicos y ayudó a que la gente vuelve a creer en que se puede salir de esta pandemia o que es posible controlarla, volver poco a poco a la normalidad. De a poco en Alemania se está dando más soltura a todo.

— ¿Cómo crees que lleva la Bundesliga esa responsabilidad de marcar el camino ante el mundo?

— Puede ser que muchos países tomen a la liga alemana como un ejemplo a seguir, creo que los protocolos de higiene de la Bundesliga están funcionando bien. Todo el mundo se preguntaba si realmente las cosas iban a funcionar. Pero hasta ahora el plan ha funcionado, se han jugado tres fechas, no se han hablado de nuevos casos de contagio, todo marcha bien por el momento. Sin dudas es un ejemplo para todos.

— ¿Cómo has visto a los jugadores en el regreso a la actividad?

— Me sorprendió el nivel, vi a todos bastante bien a pesar de que los jugadores estuvieron tanto tiempo sin jugar y con poco tiempo de trabajo grupal. Solamente hubo una semana y media de entrenamientos con contacto. Pero los partidos han salido bastantes interesantes, no ha decaído para nada el nivel de la Bundesliga. Siempre hubo partidos lindos, partidos malos, con muchos goles, con pocos goles. Pero lo que me sorprendió que la mayoría de los partidos hayan sido entretenidos y la dinámica la siguen teniendo, hay que ver este fin de semana cómo están los jugadores después de haber jugado entre semana. Seguramente haya mucho recambios, capaz algunos lesionados. Pero el arranque ha sido fugaz y el nivel fue muy alto, lástima que no está el público, que te da un poco más de fuerza.

— ¿Tanta influencia tiene el público en los futbolistas?

— Y debe ser difícil, a algún que otro jugador le puede faltar la concentración en algún momento. Si mirás el estadio y está vacío te puede sacar un poco del partido, pienso yo. Influye mucho la falta de público. En Alemania en los últimos minutos, cuando jugás de local, la gente siempre te da más fuerza. Para el jugador de fútbol es triste entrar a un estadio tan grande y no ver el público. Hasta que empezás a jugar y te metés en el partido, el jugador lo debe sentir un poco. Debe ser triste.

Los partidos de la Bundesliga se juegan sin público por el coronavirus (REUTERS)
Los partidos de la Bundesliga se juegan sin público por el coronavirus (REUTERS)

— En Alemania hubo pocas quejas entre los jugadores por el regreso, ¿dónde se explica esa confianza de jugar pese a la pandemia?

— Vi que hubo alguna queja pero muy poquitas. Creo que sí hubo miedo, no sé si en algún plantel ha pasado, pero si algún jugador tuvo miedo se ha llevado bastante bien. El futbolista vive en su mundo, pocas veces se entera lo que pasa en la sociedad, pero creo que a partir de que se hicieron todos los test, que hubo mayoría de negativos y mientras vieron que todo era prácticamente normal, yo creo que se les va yendo el miedo. Día a día, partido a partido, se va generando más confianza. Por ahí si moría un jugador después de 20 días era otra cosa, pero creo que a esta altura ya pasó. Si tuvieran miedo ni se abrazarían y cada vez son más los equipos que hacen goles y se abrazan.

— ¿Siempre la Bundesliga fue así de proactiva?

— Siempre fue una liga muy ordenada, se mantuvo siempre como una de las ligas más fuertes del mundo. Quizás cuando yo vine para acá, Italia marcaba la diferencia por lo económico, tenía a los mejores jugadores, algo que después pasó con España. La ventaja que sacan esos campeonatos está en los jugadores, mundialmente atrae más prender la televisión y ver a Messi o Suárez en el Barcelona, o cuando Cristiano Ronaldo estaba en el Real Madrid, o en Inglaterra también hay buenos jugadores y se maneja mucho dinero. Y Alemania capaz no llega a ser la número 1 pero no tiene altibajos, siempre se mantiene en el alto nivel, los clubes financieramente están bien, los estadios siempre están llenos, hay buena organización, se practica un fútbol atractivo. Desde que yo llegue acá que es así y se mantiene.

— ¿Sería entonces descabellado ver a un Messi o un Cristiano Ronaldo jugando en Alemania?

— Hay mucho control. Ahora el Bayern Múnich, en los últimos 10 o 15 años, ha traído futbolista de renombre y puede gastar un poco más de dinero que el resto. Pero los otros clubes cuidan mucho la economía, no como en España que hay varios equipos que tienen problemas, salvo los grandes. Siempre los equipos alemanes intentan no hacer inversiones que puedan costarles a futuro, acá todos los años hay que respetar presupuestos y las deudas se pagan. Los castigos son grandes. Por ejemplo, el TSV 1860 Múnich cuando yo jugaba era muy fuerte, llegó a jugar competiciones europeas, pero después se endeudó y ahora está en tercera división. Son lujos que pueden darse pocos clubes. Quizás el Bayer Leverkusen o el Wolfsburgo, que tiene a Volkswagen como principal sponsor, que igual de todos modos no van a endeudarse para traer a una figura. Y hoy por un chico de 18 años ya te piden muchos millones de euros, quizás en otras ligas no hay tanta presión de que la inversiones funcionen. Solo el Bayern Múnich y el Borussia Dortmund pueden darse el lujo de tener suplentes tan caros.

— ¿Qué estilo tiene el futbolista alemán y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo?

— Ha cambiado un poco técnicamente, el jugador alemán ha mejorado su técnica individual. Siempre fue potente, físicamente siempre tuvieron estatura grande. Pero después del Mundial de Corea-Japón 2002 hubo un quiebre en la filosofía, empezó el ciclo de Jürgen Klinsmann junto con Joachim Löw e hicieron un recambio importante. Se empezó a trabajar diferente en las selecciones juveniles y en los clubes, se le dio mucha importancia a la técnica sin tratar perder esa garra y esa potencia física que los caracterizó siempre. Aparte porque hay mucho extranjeros nacionalizados, como turcos o jugadores de origen africano, lo veo día a día al trabajar en las divisiones inferiores. Se juega con la misma dinámica de siempre pero con mejor técnica.

Rodolfo Cardoso se retiró del fútbol profesional siendo jugador del Hamburgo en el 2004 (NA)
Rodolfo Cardoso se retiró del fútbol profesional siendo jugador del Hamburgo en el 2004 (NA)

— ¿Y a nivel cultural?

— Ahí sí ha cambiado todo muchísimo. No solamente en Alemania. Ahora con las redes sociales los chicos terminan los partidos y están con el teléfono en la mano, en los entrenamientos lo mismo. El jugador ahora le da más importancia a subir una foto o un video para tener comentarios, que a sentarse en el vestuario y relajarse charlando con sus compañeros. Nosotros solíamos ir a una zona VIP después de los partidos a comer algo y estar todos juntos, con nuestras familias incluidas. Eso ya no lo veo.

— ¿Cuánto influye eso en el trabajo de todos los días?

— Antes se veía mucho más la mano fuerte del entrenador, ahora se trabaja más con datos, con GPS, chips. Están pendientes de no sobrepasar las cargas de trabajo y de los entrenamientos. Eso ha mejorado muchísimo. Había muchos entrenadores que si el equipo no funcionaba bien el fin de semana, el martes venía re caliente y te daba entrenamientos extra. Hoy en día no existe más, los chicos ya cuando ponemos algunos conos nos miran con cara rara. Esa escuela vieja ya no funciona porque antes el jugador decidía mucho por sí solo dentro de la cancha, era más atrevido, y hoy hay que invertir tiempo en prepararse tácticamente, explicarle al jugador lo que tiene que hacer y cómo se tiene que mover. Hoy es todo más mecanizado.

— ¿Es la Bundesliga el campeonato con menos lugar a la improvisación en Europa?

— Sucede en muchos países, no solamente en Alemania, hoy se juega rápido a dos toques. Los entrenadores piden a los jugadores que no tengan tanto la pelota en los pies. Pero después en los partidos, se te mete una defensa atrás y necesitas que alguien haga algo diferente. Que haya un gambeteador que se saque uno o dos tipos de encima, y ese jugador está faltando mucho hoy en día. Me llama la atención que hasta en Sudamérica falta esa picardía. Ya el ‘10’ no existe más. Yo siempre digo que al jugador que tiene algo diferente, hay que dejarlo jugar. No hay que sacarle el potrero. Los mismos entrenadores a veces se lo sacamos con esa insistencia de jugar rápido, con velocidad, de aprovechar los contragolpes, de definir la jugada. Eso le ha sacado al jugador la pausa, la gambeta.

Rodolfo Cardoso fue DT interino del Hamburgo en 2011 y 2013, siendo el primer DT latino en la historia de la Bundesliga (@rodolfo.cardoso_official)
Rodolfo Cardoso fue DT interino del Hamburgo en 2011 y 2013, siendo el primer DT latino en la historia de la Bundesliga (@rodolfo.cardoso_official)

— ¿Cómo es formar a un futbolista en las canteras alemanas?

— La meta siempre en el club es sacar jugadores, los entrenadores tenemos que ayudar a los chicos para que lleguen. Pero siempre inculcándoles el respeto, la humildad, el trabajo, la constancia, todas esas cosas son básicas, y acá en Alemania el estudio por encima del fútbol, no sé en otros lados. Siempre se piensa también en qué pasa si el jugador no llega a primera división o qué va a hacer cuando termine su carrera, que puede hacer algo con su vida después de los 35 años. Eso es muy importante. Y a nivel futbolístico es más fácil porque hay mucho talento, hemos tenido por ejemplo al coreano Heung-Min Son, que vivió acá en la pensión del Hamburgo. Lo tuve en las divisiones inferiores, lo veo por televisión y me pongo contento. Lo que tratamos a edades avanzadas es que mejoren sus fortalezas. Cuando hacemos balances con el resto de los entrenadores llegamos a la conclusión de que en vez de corregir errores es mejor resaltar virtudes. Porque capaz los tenemos un año y se van. Entonces es mejor que, si un delantero tiene buen remate de derecha, tenga directamente un arma mortal. Cosa que si alguien lo ve de afuera diga: ‘Este chico tiene esto, me encanta’. No sirve tener un poquito de cada cosa. Siempre vamos a querer que un zurdo le pegue con las dos piernas pero si es zurdo, que juegue con la zurda y tenga algo que no tienen los demás.

— ¿Hay algún aspecto de su formación que pueda aplicarse ahora o es muy grande el contraste de época y contextos?

— Comentarle a los jugadores míos cosas que yo viví antes es muy difícil, de dónde venimos, cómo nos criamos, los chicos ahora tienen otra vida… ¿Qué le voy a contar que yo en la pensión tenía techo de chapa y teníamos que hacer limpieza mañana y tarde? Lo podés contar como anécdota pero los chicos no la van a entender. Lo que no ha cambiado es la actitud del futbolista, el hambre que tiene que tener, la predisposición, no siempre esperar que el entrenador venga y te diga lo que tenés que hacer. El tener un poquito de paciencia a veces, más que nada a los 18 o 19 años, cuando están dejando las inferiores pero juegan en reserva, después van al banco de primera, después bajan de nuevo. Ahí es donde los chicos pierden la motivación, las ganas, pierden la cabeza. Yo desde mi experiencia les pido que escuchen, que sean atentos, que valoren lo que tienen. Acá están demasiado bien a veces y tratamos de sacarlos de esa burbuja. A veces hasta tienen que irse a préstamos a otros equipos y ver cómo entrenan los demás y ver que a la cancha le falta un poco de césped para darse cuenta. Hay que inculcarles el sacrificio, el llegar temprano a los entrenamientos, que valoren todos los materiales que tienen. Las ganas tienen que estar y tienen que esperar su chance, porque debutar puede debutar cualquiera pero después hay que mantenerse.

Rodolfo Cardoso lleva 30 años vivieron en Alemania y sus hijos nacieron allí (@rodolfo.cardoso_official)
Rodolfo Cardoso lleva 30 años vivieron en Alemania y sus hijos nacieron allí (@rodolfo.cardoso_official)

— Lleva 30 años viviendo en Alemania, ¿cómo es la vida allá y por qué hay jugadores que nunca se adaptan?

— Acá si el tren llega un minuto o dos minutos más tarde es un escándalo, la sociedad está acostumbrada a que todo funcione tan perfecto que a veces no saben cómo reaccionar. A vos en Argentina si no te llega el bus a tiempo, enseguida ya pensás cómo llegar al trabajo. En Alemania todo funciona bien. Se pagan muchos impuestos pero los hospitales, el transporte y las escuelas funcionan bien. El alemán vive para trabajar y no es que sea frío, es diferente, ellos te brindan el apoyo a su manera y después depende de vos. Si te empezás a borrar porque algo no te gusta o lo otro, el alemán te va aislando pero porque no van a cambiar. No son cariñosos como los argentinos pero te ayudan. Yo viví en ciudades chicas, como Homburg o Freiburg, donde la gente se acuesta temprano, y ahora vivo en Hamburgo, una ciudad grande con mucha vida. Ha crecido mucho la inmigración, hay muchos jugadores extranjeros y también muchos inmigrantes en la calle. Se escucha el español, cosa que antes era imposible. También muchos turcos, mucha gente de Polonia, y ahora mucha gente refugiada. Hay gente extranjera trabajando acá.

— ¿Y ahora cómo lleva su trabajo en el Hamburgo?

— Hubo que adaptarse a las normas, estaba todo muy controlado. Incluso el Estado mandaba gente a chequear que se cumpla con todo. Y también adaptar los entrenamientos, tuvimos que hacer cosas básicas. En el Hamburgo hace tres semanas que retomamos el trabajo con las juveniles pero no hacemos otra cosa que dar pases y patear al arco, o algún ejercicio físico. Otra cosa no se puede hacer. Hay que estar más pendiente de que los chicos no se junten y mantengan las distancias o no toquen la pelota con la mano, o estás atento de los que te vigilan para ver si hacés las cosas como corresponde. Estamos más al tanto de eso que de ver cómo entrena el jugador. Estamos limitados. Lo más probable es que la liga regional que jugamos nosotros no se reanude y tengamos vacaciones. Esperemos cuando volvamos podamos entrenar de forma normal.

— ¿Qué mensaje cree que quedará en la Bundesliga y en el fútbol mundial con la pandemia?

— Hay que valorar a los hinchas, es el principal mensaje. Hoy se ve la falta que hacen los hinchas. A esa gente que va siempre, que compra la entrada, que a veces te quiere pedir un autógrafo o una foto y uno se le dispara. La gente es lo principal en el fútbol. Creo que también puede cambiar el escenario económico, los precios de los jugadores van a bajar un poco. Espero que se normalice porque en el último tiempo se estaban manejando cifras verdaderamente escandalosas. Los clubes seguramente tengan que tomar algunos recaudos con el dinero. Y también a cuidar la salud, te das cuenta que chiquitos que somos, que no somos nada. Los jugadores se han humanizado bastante.

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