Cuando estaba por cumplirse casi un año desde que el caso fue archivado en los juzgados, el controvertido transplante de hígado que le salvó la vida al ex futbolista francés Eric Abidal vuelve a escena. Su primo y donante, Gérard Armand, reabrió la polémica con sus declaraciones en una entrevista a El Confidencial, donde admite “no tener claro que sucedió” y avisa que irá hasta las últimas consecuencias para esclarecer lo acontecido.
“Yo fui quien donó el órgano a Eric (Abidal). Cuando leí que el hígado que recibió Éric no era a lo mejor el mío, me quedé atónito. Al principio me reía. Pensaba, ¿pero esta gente qué dice?. Luego, al cabo de los meses, me hice muchas preguntas. Intenté imaginarme todas las posibilidades. No entendía nada de nada y sigo sin entenderlo. Quiero saber si alguien se lucró con mi donación, con mi cuerpo...”, dijo Gérard.
Armand, que aclaró que es “primo hermano” del actual director deportivo del FC Barcelona porque el padre del ex jugador es hermano de su madre, apuntó que fue la esposa de Abidal quien lo llamó en febrero de 2012 para pedirle que fuera el donante y de entrada le aclaró que no habría dinero de por medio: “Cuando su mujer me llamó, lo primero que me dijo es que no era posible pagarme, ni dar una recompensa, porque se consideraba tráfico, ni yo lo hubiera querido, porque Éric es familia, es mi primo, lo hice por mi primo. Yo no he cobrado por esa operación”, se defendió.
Además, confía que Eric no tenga nada que ver, ya que de lo contrario, podría empeorar su situación: “Ahora, con el tiempo, me empiezo a preguntar cosas y creo que puede haber algo. Espero que Eric no esté al tanto, sino, la cosa se pondrá muy fea”.
Por último, Gárard Armand afirmó que con el tiempo volvieron a alejarse y que ahora no tiene ningún tipo de relación con Abidal. Si bien tuvieron un vínculo “muy bueno” en vísperas de la cirugía, y posteriormente compartieron un viaje familiar, poco a poco se ha ido apagando: “Hace ocho o nueve meses ya no hablo con él, no tengo noticias suyas. Lo único que quiero es retomar mi vida con normalidad.”
El Juzgado de Instrucción número 28 de la Ciudad de la Justicia reabrió el caso después de unas conversaciones telefónicas entre Sandro Rosell, presidente del Barcelona de aquella época, y Juanjo Castillo, empleado del club, en la que ponían en duda la forma en que se había llevado a cabo el transplante de hígado. Ahora ambos dirigentes, juntos con el propio Abidal y su primo, están citados nuevamente a declarar.
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