Del impactante Haka al feroz cruce en la cancha: lo que dejó el triunfo de los All Blacks ante los Wallabies

Unos 47.000 espectadores fueron testigos del momento de tensión que se vivió en el segundo encuentro de la Bledisloe Cup de rugby que disputaron Nueva Zelanda y Australia en el estadio Eden Park de Auckland, después del intimidante haka que realizó el cuadro local.

El segundo encuentro entre dos de las grandes potencias del balón oval en el Hemisferio Sur ha cobrado una mayor trascendencia después de que hace días, en el primer amistoso internacional desde el parón por la pandemia del coronavirus, se registrase un empate a 16.

En este caso el conjunto dirigido por Ian Foster logró imponerse por 27-7 y echar un jarro de agua fría sobre el optimismo nacido en el lado australiano por el esperanzador resultado de la semana anterior en Wellington.

En un duelo equilibrado, sobre todo en la primera mitad, se pudo ver un cruce entre los primera líneas de ambos equipos. Corría tan sólo 1 minuto y medio de juego, cuando un encontronazo entre el australiano Taniela Tupou y el neozelandés Dane Coles dio paso a una pelea que afortunadamente no pasó a mayores antes del primero scrum.

Finalmente se fueron 10-7 al descanso, con los neozelandeses anotando tres tries en 13 minutos. En la defensa fueron sólidos ante la atenta mirada de un Eden Park abarrotado.

“¡Fue duro pero estamos muy felices!”, declaró el capitán neozelandés, Sam Cane. “Hubo mucha presión esta semana para un equipo relativamente nuevo y estoy muy orgulloso de la forma en que hemos respetado nuestra estrategia”.

“Ellos fueron mejores que nosotros esta semana, han elevado el nivel y nos han dominado”, opinó su homólogo australiano, Michael Hooper. “Estamos en fase de construcción. Nuestra confianza quedó un poco dañada hoy, pero nos levantaremos”.

Nueva Zelanda mantiene por tanto su supremacía en su jardín del Eden Park, donde lleva 44 partidos sin perder, desde 1994. En cuanto a los Wallabies, llevan sin ganar en Auckland desde 1986 y en Nueva Zelanda desde 2001.

Para conservar la Bledisloe Cup, que poseen desde 2003, los All Blacks solo tienen que ganar uno de los dos partidos entre ambos equipos en el Rugby Championship que comienza el 31 de octubre en Australia y en el que también enfrentarán a Argentina.

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