Tras una extensa investigación, este lunes se confirmó la sanción a la Federación Colombiana de Fútbol y a sus principales dirigentes por la desviación y reventa de entradas para los partidos como local del seleccionado durante las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018.
Así lo comunicó la Superintendencia de Industria y Comercio del país, el organismo encargado de la protección de los derechos del consumidor y de promover la libre competencia empresarial, luego de llevar a cabo una indagación de más de dos años. La misma determinó que el ente encargado del fútbol cafetero entregó un contrato para la venta de la boletería a la firma Ticket Ya en forma irregular, en un proceso que limitó la libre competencia para otras firmas.
De este modo, la Federación, con Ramón Jesurún y Álvaro González a la cabeza, deberá pagar una multa de 4,6 millones de dólares, mientras que también harán lo propio los integrantes de la empresa comercializadora de eventos.
“Como consecuencia del acuerdo anticompetitivo, Ticket Ya ejecutó la reventa de la boletería a precios muy superiores a los establecidos por la FCF”, afirmó la Superintendencia de Industria y Comercio en su comunicado.
Uno de los casos que se examinó fue el del cotejo de la Tricolor frente a Brasil, disputado el 5 de septiembre de 2017 en Barranquilla, en el que se descubrió que un boleto, con un valor establecido de 60.000 pesos colombianos (16,4 dólares), se vendió a no menos de 270.000 pesos (74 dólares), lo que representó un aumento de un 350% para el consumidor.
Además de al actual presidente Jesurún y al vicepresidente González, se sancionó a los vocales Claudio Cogollo y Enrique Arce. También figura en la investigación el ex mandatario de la federación, Luis Bedoya, quien ya se había entregado a las autoridades de Estados Unidos cuando se declaró culpable por actos de soborno y corrupción en el caso del FIFA Gate.
En total, la SIC estableció que se desviaron más de 42.000 tickets con fines de reventa para ocho de los nueve partidos que el combinado colombiano disputó en su tierra, todos en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, y se obtuvo una utilidad de más de 3,5 millones de dólares.
Claro que este no sería el único castigo hacia los imputados, ya que, según señaló el superintendente Andrés Barreto, la decisión administrativa que intervino como delatora de la actividad ilegal es independiente a la investigación que está realizando la Fiscalía General de la Nación, que podría concluir con cargos criminales para los acusados de la maniobra.
Mientras Barreto daba a conocer la sanción en una conferencia de prensa virtual, la FCF dijo en un comunicado que no había sido notificada de la decisión y denunció anomalías en el proceso, alegando falta de pruebas.
Con información de Reuters.
Más sobre este tema: