La derrota de San Francisco 49ers en el Super Bowl salvó a miles de contagiarse de coronavirus

Los fanáticos de San Francisco 49ers se quedaron con las ganas de celebrar a su equipo, ya que por segunda vez en su historia éste perdió un Super Bowl. En perspectiva, el hecho de que no se reunieran los aficionados para el tradicional desfile de los campeones evitó la propagación del Covid-19.

La organización disputó por séptima ocasión en su historia un Super Bowl (2 de febrero). Y mientras los 49ers enfrentaban a Kansas City Chiefs, en el Hard Rock Stadium, en Miami, Florida, un grupo de doctores en la Bahía en San Francisco lidiaba con los primeros caso de coronavirus en la región.

Ellos se enfocaron en poner en funcionamiento el centro de comando de coronavirus en la Universidad de California, en San Francisco (UCSF), ya que al siguiente día del Súper Tazón, se dio a conocer que de los 11 casos positivos en territorio estadounidense, 4 estaban en la Bahía en California.

Cabe señalar que en Estados Unidos se dieron a conocer los primeros casos positivos el 26 de enero, el riesgo para ese entonces para los habitantes se indicaba era muy bajo. Hasta el último reporte acumula 587,357 enfermos, son 44,207 personas que se ha recuperado y 23,649 decesos.

The Wall Street Journal indicó que de acuerdo con expertos en salud que han analizado las medidas de contención del virus llegaron a la conclusión que San Francisco ganó en el hecho de que evitó la propagación del Covid-19 en su población, después de que los 49ers perdieran el Super Bowl y evitó la concentración de parte de su población.

“Puede pasar a la historia como una derrota deportiva, pero se salvaron vidas”, indicó Bob Wachter, presidente del departamento de medicina de la UCSF. Fue el 4 de marzo que se declaró estado de emergencia sanitaria en California.

Si San Francisco hubiera mantenido su ventaja de 10 unidades en ell último cuarto, hubiera significado que tan sólo siete minutos de desfile pudo ser devastador para su población.

Los expertos en salud explicaron a la publicación que en las concentraciones masivas, en el caso de deportes los desfiles, resultan un caldo de cultivo para la propagación de enfermedades respiratorias, por ejemplo, la gente se abraza, comparte el mismo el mismo envase para consumir bebidas, entre otra acciones, que facilitan la propagación de un virus.

El doctor Niraj Sehgal, quien dirige el centro de comando de Covid-19, acotó que es difícil imaginar una situación de mayor riesgo, en relación con lo antes descrito.

Sehgal no pudo observar el partido porque estaban decidiendo con su equipo médico las acciones a seguir, en un momento, habían planeado que el 2 de febrero tendrá su centro de comando, pero más tarde se dieron cuenta que estaban actuando tarde, los primero paciente los recibieron el lunes 3 de febrero. Fue hasta después que se dio cuenta que ese evento deportivo pudo tener un impacto directo en su labor.

La labor de contención empleada por San Francisco ha sido reconocida, los expertos explica que es consecuencia de las acciones de intervención temprana y planificación cuidadosa.

Pero también los benefició de eventos que quedaron fuera del control del gobierno local, como era el resultado del Super Bowl. “Algunos de ellos fueron golpes de suerte [...] que nos salvó de un destino mucho peor”, Bob Wachter.

Es complejo estimar cuántas personas pudieron asistir a celebrar con Jimmy Garoppolo y compañía, pero en el festejo del sexto campeonato de Golden State Warriors, en junio del 2018, acudieron entre 500,000 y 1.5 millones de fanáticos.

Con una persona enferma entre dicha multitud, pudo marcar el impacto en la trayectoria de la epidemia, mencionó Carl Bergstrom, profesor de biología de la Universidad de Washington.

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