La foto que más esperaba Novak Djokovic tras consagrarse en el Abierto de Australia

El serbio se quedó con el primer Grand Slam del año y recibió un apoyo muy especial a la distancia

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(AFP)
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Novak Djokovic confirmó que es el mejor tenista de la actualidad y, tras lograr una apabullante victoria ante Rafael Nadal en la final, se alzó con el título del Abierto de Australia por séptima vez en su carrera.

El serbio (número uno del ranking ATP) tuvo una actuación superlativa en el encuentro decisivo y logró el 15° Grand Slam de su carrera. Pero, para "Nole", lo más importante estaba a kilómetros de distancia de Melbourne.

"Quiero saludar a mi familia, comenzando por mis esposa, mi hijo Stefan y mi hija Tara. Espero que hayan visto el partido, al menos eso es lo que me dijeron que iban a hacer", dijo Djokovic durante la ceremonia premiación, lo que generó las risas de todos los espectadores presentes en el Rod Laver Arena.

Lo que no sabía "Nole" era que, un rato antes, su esposa Jelena había compartido una tierna imagen de los dos pequeños sentados uno al lado del otro y concentrados, viendo a su papá jugar por televisión.

Stefan y Tara, los hijos de Jelena y Novak Djokovic (Twitter: @jelenadjokovic)
Stefan y Tara, los hijos de Jelena y Novak Djokovic (Twitter: @jelenadjokovic)

"Mandando todo nuestro amor hacia allá", escribió la joven en su cuenta de Twitter.

Sin saber de la existencia de esta imagen en las redes sociales, el tenista serbio habló también del valor del acompañamiento de su familia en su carrera: "Los trofeos son aún más valiosos cuando tienes alguien especial en tu vida para compartirlos. Ellos son mis personas más queridas en este mundo, junto a mis dos hermanos y mis padres. Los amo y les agradezco por su amor y apoyo incondicional".

Djokovic, que ya tenía asegurado seguir como número uno del ranking sin importar el resultado de la final de este domingo, fue contundente y se impuso ante Nadal, su escolta en la clasificación, por 6-3, 6-2 y 6-3 , en un partido que duró dos horas y seis minutos.

Su triunfo marcó un récord: llegó a su séptima consagración el Abierto de Australia y se convirtió en el tenista más ganador de la historia en Melbourne. Con seis coronas quedaron Roy Emerson y Roger Federer. Fue, además, el 15° título de Grand Slam en la carrera del tenista de 31 años.

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