Aquellos meses en el internado de la ciudad nigeriana de Ijebu-Ode marcaron el destino de Anthony Joshua. El pequeño joven británico sufrió la disciplina de la tierra originaria de sus padres en primera persona. Todo se modificó. El camino del actual rey de los pesos pesados se iniciaba.
El pugilista de 28 años, que mañana defenderá sus cuatro títulos mundiales ante el ruso Alexander Povetkin en el Estadio Wembley, nació en Reino Unido pero de joven se trasladó a Nigeria junto con su madre –nacida en esa tierra– y su padre, de raíces africanas.
"Pensé que iríamos de vacaciones. No estaba preparado para eso. Fue un cambio, una buena disciplina", recordó hace un tiempo atrás sobre un momento clave de su infancia. Su madre finalmente decidió separarse y retornó a Garston, una ciudad cercana a Watford y ubicada a 40 minutos de Londres.
Joshua nunca olvidó el origen familiar ni aquellas vivencias en Nigeria. En su cuerpo lleva tatuado el continente africano: "Aprendí más sobre la historia de mi familia y terminé tatuándome. Cuando estás en el deporte te conviertes en el representante de personas. Lo tengo tatuado en mi brazo para que la gente pueda relacionarse conmigo".
Apenas un año antes de dar su primer golpe en el boxeo importante, Joshua todavía se trasladaba con una tobillera electrónica tras afrontar uno de sus tantos problemas con la justicia británica. El deporte fue su salvación, la que lo ayudó a evadir su apego por los conflictos.
Buscó representar a Nigeria en los Juegos Olímpicos, pero lo rechazaron. Tuvo revancha con Gran Bretaña: ganó la medalla dorada entre los pesados en Londres 2012, un premio que también había alcanzado en el pasado referentes de la categoría como Lennox Lewis y Wladimir Klitschko.
Precisamente el gigante ucraniano luego fue su boleto definitivo al estrellato. Aquel día, 90 mil personas vieron en Wembley cómo destronaba al monarca con un nocaut en el 11° round de una pelea épica. Sus puños sumaban el tercero de los cuatro títulos que actualmente ostenta.
Invicto y con un apabullante récord de 20 nocauts en 21 presentaciones, el deportista de casi 2 metros sueña con reeditar la mítica pelea entre Muhammad Alí y George Foreman en África que se desarrolló en 1974. Una especie de Rumble in the Jungle II, pero esta vez con él como protagonista principal y con Nigeria como sede del evento.
"Definitivamente tiene que ser un campeón mi rival. Me gustaría que fuese en Nigeria o Ghana. Creo que sería masivo. No dejaría pasar esa oportunidad", señaló ante The Mirror hace ya dos años.
Por lo pronto, en su horizonte aparecen dos paradas luego de afrontar la pelea contra Povetkin: el desembarco por primera vez en Estados Unidos por intermedio de la compañía ShowTime y alcanzar un acuerdo para afrontar el combate más esperado de la divisional ante Deontay Wilder.
El actual dueño del cinturón del Consejo Mundial (CMB) ostenta un récord de 40-0 y una victoria le permitiría transformarse en el dueño de todos los títulos de la categoría. Al fin de cuentas, una pelea millonaria que sería esperada por todo el planeta.
Joshua es uno de los boxeadores más taquilleros de la actualidad. Impresiona tanto por su poder de golpe como por su estado físico. Él sabe que el envase es descartable, pero se transformó en un estudioso de la materia para intentar extender el mayor tiempo posible su carrera.
"Cristiano Ronaldo hizo una prueba física. Tiene 33 años, pero tiene el cuerpo de un joven de 21 años. Debes preservar tu cuerpo ", señaló sobre el faro en su nueva obsesión por cuidar cada detalle de su salud. "Puedo llegar al combate y noquear a Povetkin en uno o dos asaltos, pero luego están las ocho semanas de preparación intensa en las que hago 200 rounds y tienes que proteger y cuidar tu cuerpo", agregó.
No es el único deportista que le sirvió como fuente de inspiración: también sigue al detalle las preparaciones de sus colegas Floyd Mayweather, Vasyl Lomachenko y Manny Pacquiao: "Cuando vi un documental de Pacquiao, me fijé en que él corre y entrena cuando su cuerpo está listo. Mayweather y Lomachenko, lo mismo. Lo intenté y me sentí mucho mejor. Parece como de alguien flojo, pero estoy haciendo la misma cantidad de trabajo y de una mejor manera".
Su manager, Eddie Hearn, fue claro a la hora de describirlo: "Lo único que tiene en mente es el rendimiento y la mejora. Ni coches ni mujeres ni joyas, sólo mejorar. No hará nada que afecte su capacidad de preparación".
En el 2015, ya había dejado ver en una entrevista su afición por mejorar el nivel con técnicas diferentes a las habituales: "A menudo voy a un arenero y hago muchos movimientos de boxeo en la arena. Es muy pesado para las piernas y es similar a cómo los brasileños aprenden a jugar al fútbol. Si nos fijamos en los mejores jugadores como Pelé y Ronaldinho, su secreto fue jugar al fútbol en la arena porque aumenta la fuerza, la estabilidad y el equilibrio en las piernas".
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