Luego de su gol digno del Premio Puskás en la Copa Paraguay, fue contratado por un club de primera

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El pasado martes Mario Enrique Ricardo le hizo un tremendo gol a Cerro Porteño jugando por el club Cristóbal Colón de la tercera división del fútbol paraguayo. Inmediatamente varios dirigentes pusieron sus ojos en él pero fue el club Sol de América el que se alzó con sus servicios.

Tuvo su oportunidad y no la desaprovechó. El martes pasado se mandó un gol de antología, por el que ya piden el Premio Puskás al mejor gol del año de FIFA y su actuación, más allá de la derrota de su equipo, mereció todo tipo de elogios.

Mario Ricardo tiene 28 años y comenzó a jugar a los 16 en las ligas menores llegando este año a ser número 10 titular del club Cristóbal Colón que milita la Primera B, de la localidad de J. Augusto Saldivar, un pequeño municipio en las afueras del Gran Asunción.

Mario Ricardo y Miguel Figueredo, presidente del club Sol de América,
Mario Ricardo y Miguel Figueredo, presidente del club Sol de América,

En el nuevo torneo denominado Copa Paraguay, organizado por la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), los emparejamientos dejaron al Cristóbal Colón, de la tercera división, para enfrentarse justo a uno de los grandes de la División de Honor, el club Cerro Porteño del populoso Barrio Obrero de Asunción.

Ricardo sabía que no tendría muchas chances de mostrarse en este torneo ya que el formato es de eliminación directa por lo que debía exponer sus cualidades en 90 minutos. Pero solo precisó 20, ya que en ese tiempo de juego, con una finta, digna de los mejores jugadores del mundo, eludió a su marcador con el balón por encima de este y antes que la pelota toque el suelo le dió un remate exquisito clavando el esférico en un ángulo del pórtico azulgrana.

La jugada y el tremendo gol se hizo viral y fue comentario en todas las redes y medios de comunicación, más aun porque Ricardo, además de sus excelentes condiciones para el fútbol, tiene un detalle muy particular, siendo pequeño perdió un ojo cuando jugaba con su compañero de escuela, por lo que su vista se ve reducida a la mitad.

Sin embargo, su capacidad visual diferente no fue impedimento para que desarrolle su habilidad como futbolista y esto lo interpretó muy bien Miguel Figueredo, presidente del club Sol de América, uno de los principales protagonistas del torneo de la División de Honor del fútbol paraguayo, que inmediatamente contrató los servicios de Mario Ricardo para el plantel principal del equipo "danzarín", como se lo conoce también al club.

"Será uno más en la plantilla y dependerá ya de él poder ganarse la titularidad dentro del equipo", dijo Figueredo al presentar a su nuevo refuerzo.

De esta forma, Mario Ricardo, el jugador de la tercera división que además ayudaba a su madre en la venta de verduras para obtener ingresos familiares, aprovechó sus 15, o mejor dicho 20 minutos de fama en la Copa Paraguay y hoy ya se encuentra practicando en la Primera del fútbol paraguayo.

Además del torneo de la División de Honor y la Copa Paraguay, el equipo de Sol de América disputa además la Copa Sudamericana, organizada por la Conmebol, enfrentando al club Nacional de Uruguay el próximo 14 de agosto.

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