Internaron al gerenciador de Rubio Ñu de Luque: iba a ser trasladado a la cárcel más peligrosa de Latinoamérica

El 25 de febrero Antonio González se entregó a las autoridades paraguayas y desde entonces pasa sus días en la comisaría de Luque a la espera del juicio y la condena que podría ser de hasta 18 años.

Esta semana, el gerenciador de Rubio Ñu de Luque se descompensó y tuvo que ser internado, justo cuando había sido informado de su traslado a la cárcel de Tacumbú.

El penal ubicado en Asunción es uno de los edificios penitenciarios más peligrosos de América Latina y en informes periodísticos paraguayos se lo califica como "el infierno".

El informe de Rolando Graña

"Acá cualquier cosa y te matan", relató uno de los reclusos de la prisión más grande del país que alberga delincuentes de Argentina, Uruguay, Brasil y Bolivia, en un informe de la televisión argentina hace algunos años. Ese era el destino de González.

El 27 de febrero, el dirigente que se hacía pasar por presidente de Rubio Ñu de Luque había hablado con los medios de comunicación y se había mostrado arrepentido por sus acciones que lo llevaron a esta situación:  "Ni me imaginé esto. Pienso qué hice y lo pelotudo que soy, todo por un pequeño video que se viralizó y mirá todo el quilombo".

"A quién le va a dar gusto estar en el calabozo, pero soy muy respetuoso de las leyes. Creo que no fallé, lo único mal que hice fue ese pequeño video que trascendió a nivel internacional. Pero vamos a defendernos", agregó.

El Ministerio Público lo imputó el 13 de febrero por trata de personas con fines de explotación sexual y laboral luego de que dos futbolistas lo denunciaran por acoso.

Este escándalo había estallado cuando se filtraron fotos de Antonio Gonzalez junto al futbolista  Bernardo Gabriel Caballero. En ese entonces, el dirigente, quien decía ser el presidente del club, había asegurado que eran pareja y que el representante del futbolista, Valentín Ozuna, lo había convencido de abandonarlo, para luego enamorarlo.

Finalmente Ozuna rompió el silencio y explicó que en realidad el gerenciador era un hombre de mucho poder y dinero que obligaba a los jugadores a mantener relaciones sexuales con él. Además, en diálogo con Infobae y contó que él no es el agente del futbolista, sino sólo su pareja.

El otro futbolista que realizó una denuncia formal fue Fermín Morinigo, de 19 años, quien , relató que también "hubo maltrato físico" por no someterse a los pedidos de González.

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