La increíble historia del técnico de una selección sudamericana que duró en su cargo 48 horas

Duró en el cargo apenas dos días, probablemente una marca para el Récord Guinness como el DT de una selección nacional con menos tiempo en sus funciones. Su nombramiento fue considerado "una falta de respeto"

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La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) había hecho el anuncio el pasado miércoles con todas las pompas. El excelente lateral por izquierda de origen cafetero, Vladimir Marin asumía ese día el timonel de la selección nacional de mujeres.

El cuerpo técnico se completaba con Miriam Báez, como asistente técnico y Héctor Gómez como preparados de arqueras.

De inmediato el zurdo Marín comenzó las tareas de campo con miras al Sudamericano Absoluto de Chile 2018, clasificatorio para el Mundial de Francia 2019, el Panamericano Lima 2019 y los Juegos Olímpicos Tokyo 2022, que arranca en abril próximo.

En declaraciones a la prensa, el colombiano indicó que probaría a 34 atletas para conformar el equipo ideal que representaría a Paraguay en la mencionada competencia internacional.

Algo no andaba bien

A pesar de que Marín es un jugador muy respetado en suelo guaraní, habiendo militado por clubes grandes como Olimpia, Libertad y Sportivo Luqueño, habían dudas de varios sobre su condición de Director Técnico, más allá de haber dirigido al equipo juvenil del Sportivo Luqueño, logrando el subcampeonato en la categoría sub 18.

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Al principio, al ser consultado por la prensa, el colombiano aseguró que contaba con los títulos y la habilitación correspondiente para dirigir a la Albirroja femenina.

Sin embargo, al día siguiente de su designación, la Asociación de Directores Técnicos del Paraguay emitía un comunicado poniendo en tela de juicio el nombramiento de Marín, cuestionando su habilitación y pidiendo a la APF una investigación sobre su título de Director Técnico.

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El gremio calificó la actitud de la APF como una "falta de respeto" hacia los entrenadores paraguayos que están plenamente habilitados y aguardan una oportunidad para dirigir a su seleccionado.

Presión, confesión y renuncia

Tras la presión ejercida por diversos sectores del ámbito deportivo, el viernes último Vladimir Marin no tuvo más remedio que confesar de que todavía no había terminado su curso de entrenador por lo que no tenía el título correspondiente. "Todavía me faltan seis o siete meses para culminar el curso", reconoció el colombiano.

Al mismo tiempo, Marín presentó su renuncia al cargo asegurando que le dolía bastante la situación ya que tenía muchas ganas de trabajar para la Albirroja.

Las críticas hacia la dirigencia de la APF no se hicieron esperar ya que se cuestionó duramente la forma en que se podía entregar la dirección técnica de la selección sin siquiera un título habilitante.

Obviamente, la APF se llamó a silencio y ahora se aguarda el anuncio del sucesor de Vladimir Marín que por el momento recae en su asistente Miriam Báez.