Los secretos de Robert Marchand, el ciclista que sigue rompiendo récords a los 105 años

Estuvo preso por negarse a colaborar con los nazis, fue campeón francés de gimnasia, bombero en París, criador de pollos en Venezuela y leñador en Canadá

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Robert Marchand había impuesto una marca menor hace 3 años (Reuters)
Robert Marchand había impuesto una marca menor hace 3 años (Reuters)

"Este hombre nos va a enterrar a todos", bromeó un amigo suyo en diálogo con Le Parisien, luego de que Robert Marchand recorriese 22,547 kilómetros en una hora, imponiendo una nueva marca para su edad.

Con 105 años, el francés fue testigo de las dos guerras mundiales y en la segunda incluso fue parte de La Resistencia francesa que luchó contra los alemanes y luego fue encarcelado por negarse a dar clases a los hijos de los colaboradores de los nazis.

Si hago 30 km, dirán que estaba dopado

Marchand siempre soñó con ser ciclista, pero su altura de 1,58 metros le arrebató el sueño de joven. Sin embargo, a los 84 años volvió a subirse a una bicicleta y desde entonces se entrena en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, donde rompió el récord este miércoles.

"Si hago 30 km, dirán que estaba dopado", bormeó en diálogo con AFP el hombre que supo ser campeón francés de gimnasia y se desempeñó como bombero en París, criador de pollos en Venezuela y leñador en Canadá.

Robert Marchand siempre quiso ser ciclista (Reuters)
Robert Marchand siempre quiso ser ciclista (Reuters)

"Estoy bien. No lo he pasado mal por las piernas, sino por los brazos, porque tengo reuma", explicó Marchand, quien reveló cuáles son sus secretos para seguir pedaleando a los 105 años.

Cada mañana elonga en casa, tiene un entrenador personal y pasea en bicicleta por las calles de Mitry, localidad en la que vive. Sin embargo, el truco está en su alimentación: "He comido mucha fruta y legumbres, no tomo demasiado café, nada de cigarrillos y poco alcohol".

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Además, sólo come carnes rojas una vez a la semana, aunque sí ingiere mucho pescado. Al momento de competir, nunca sube de las 110 pulsaciones por minuto y a su botella de agua le agrega una cucharada de miel.

Con todo esto y una actitud positiva, Marchand continúa siendo protagonista de una vida que ya lleva 105 capítulos y no parece tener final pronto.