Más de 100 niños han muerto por desnutrición en Colombia en lo que va del año denunció la Procuraduría

Según reveló la entidad, el Chocó es la zona del país con más casos, con 21 confirmados; le siguen La Guajira y el Cesar con 13

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EFE/Esteban Biba/Archivo
EFE/Esteban Biba/Archivo

En su más reciente informe, la Procuraduría General de la Nación reveló que en lo que va del año 2022, en el país, han fallecido 122 niños, menores de cinco años, por causas relacionadas a la desnutrición. “Hemos hecho especial énfasis a esta problemática, las políticas formuladas para prevenir son insuficientes”, señaló Dora Viviana Mora, procuradora delegada para los derechos de la infancia. Tal y como revelaron las cifras, el Chocó es la zona del país con más casos con 21 confirmados, le siguen La Guajira y el Cesar con 13.

A la lista se suman Bolívar, con 12 hechos de este tipo; Risaralda y Meta, con 5 casos confirmados; Antioquia, Casanare y Magdalena, con 4; Barranquilla (3), Santa Marta (3), Bogotá con 2 y Cartagena con 1. “Hoy reiteramos la urgencia de priorizar la seguridad alimentaria y nutricional en la planeación nacional y local, tal y como ha exhortado la procuraduría en varias de sus directivas”, añadió Mora.}

El pasado mes de julio, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó su más reciente edición del informe ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’. Allí ser evidenció que Colombia fue incluido en el grupo de los 63 países con más personas desnutridas del planeta.

La publicación advierte, en términos generales, que se están perdiendo los esfuerzos que se hicieron en las últimas dos décadas para reducir la cantidad de niños que vieron su crecimiento afectado por la falta de alimento. Esto se debe a la crisis triple que enfrenta la humanidad: el cambio climático, el conflicto internacional y la pandemia por covid-19. También se suman factores como los choques económicos y las inequidades.

El informe de la FAO indica que en Colombia 4,2 millones de personas estuvieron desnutridas entre el año 2019 y 2021. Esa cifra representa un 8,2 % de la población total; es decir, dos de cada 25 colombianos sufrieron desnutrición. Con respecto a los niños menores de cinco años que presentaron retrasos en su proceso de crecimiento por cuenta de la desnutrición, la FAO señaló que fueron aproximadamente 400 mil; un 11,5 % del total de menores de la misma edad en el país.

En el mismo informe de la organización internacional se aprecia que un día de alimentación saludable en Colombia cuesta 3,065 dólares por persona, unos 13300 pesos colombiano y, aproximadamente, uno de cada cuatro colombianos no cuenta con los recursos económicos para permitirse estas porciones: 13,5 millones de personas, un millón más que en 2019.

Otros países de América Latina con porcentajes altos de personas desnutridas son Bolivia, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, México y Venezuela. La FAO reconoce que, en el mundo, los esfuerzos actuales para combatir el hambre son insuficientes frente a un contexto más desafiante e incierto. “Este será el caso hasta que los sistemas agroalimentarios se transformen, se vuelvan más resilientes y proporcionen alimentos nutritivos a menor costo y dietas saludables asequibles para todos, de manera sostenible e inclusiva”, dice el informe.

Así mismo, un estudio que involucró a más de 600 adultos mayores en Colombia, muchos de los cuales tuvieron una hospitalización reciente o estaban manejando una enfermedad crónica, evidenció que al menos uno de cada tres adultos padece malnutrición en el país. El estudio que mostró esta cifra fue realizado por Abbott una compañía global dedicada a la salud, en asociación con el Hospital San Ignacio, en este se pudo evidenciar que la malnutrición en los adultos mayores es un problema grave, pero solucionable.

Los resultados del estudio muestran que la atención nutricional redujo significativamente el uso general de los recursos de atención médica durante 90 días, incluidas las hospitalizaciones, las entradas a unidades de urgencias y a las citas ambulatorias en más del 40 %, lo que significa un ahorro de costos entre 130 y 210 dólares por paciente. En la metodología empleada por Abbott y el Hospital San Ignacio, a los participantes que estaban malnutridos o en riesgo de malnutrición, se les aplicó un programa de nutrición, que incluía educación nutricional, ejercicio y nutrición especializada durante 60 días.

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