Controlar la inflación es el desafío para el nuevo gobierno, advirtió experto

De acuerdo con el DANE, la cifra anual de inflación en julio pasado se ubicó en 10,21 % y fue la más alta en los últimos 20 años

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La inflación anual en Colombia superó el 10 % en julio pasado. FOTO: ARCHIVO PARTICULAR
La inflación anual en Colombia superó el 10 % en julio pasado. FOTO: ARCHIVO PARTICULAR

El problema central de la economía colombiana es la inflación. La afirmación es del docente de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho.

El experto advirtió que aunque el Banco de la República la había estimado para el 2022 en un 3 %, en lo que va corrido de los 7 primeros meses del año, registra un 7.97 % de incremento, es decir, se ha producido un aumento respecto al rango meta del Emisor de 165 %.

Al analizar el dato del costo de vida entregado hace 2 días por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el académico explicó que si se toma la estadística anualizada de la inflación, que es del 10.21 %, el incremento frente al objetivo planteado por el Banco de la República sería del 240 %.

“De lo anterior, se deduce que hemos llegado a la más alta inflación de los últimos 22 años, e igualmente se ha producido la más alta tasa de interés del Banco de la República, del 9,0 %; de los últimos 13 años”, indicó el experto.

Para Amorocho, “lo que observamos es un desacertado manejo de la Junta Directiva del Banco de la República en su función de velar por el sostenimiento de la capacidad adquisitiva de la moneda, ya que, si comparamos la inflación con el mismo periodo del año anterior, que fue del 3.97 %, el incremento se ubica en un 150 %”.

Así las cosas, la inflación se constituye en uno de los principales retos económicos que deberá afrontar la próxima administración del gobierno de Gustavo Petro, y para ello deberá atenuar el crecimiento de la tasa de intervención del Banco de la República a su más baja expresión cuantitativa; es decir, a un máximo de crecimiento del 0.25 % en lo que resta del segundo semestre de 2022, dijo el experto.

“De igual manera se deberá actuar con políticas que incentiven el aumento de la producción agrícola, para aminorar el empuje de los precios de los alimentos; y colocar el ojo visor al crecimiento de los precios de la energía, sobre todo en las 2 empresas que recién obtuvieron la concesión de este servicio en la costa atlántica”, resaltó el profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.

Las expectativas del Banco de la República

Recientemente, el Banco de la República advirtió en un informe que los choques internacionales de costos, intensificados por la invasión de Rusia a Ucrania, han sido más persistentes de lo estimado y contribuyeron a elevar la inflación. A esto se suman los efectos de la indexación, unos excesos de demanda mayores de lo estimado, un mercado laboral más ajustado, unas expectativas de inflación que siguen aumentando y que superan el 3 %, y las presiones provenientes de la tasa de cambio.

Este panorama lleva a que el pronóstico supere la meta que tenía el emisor, de alrededor de 7,1 % para el final de año. En ese sentido, también podría presentar un aumento del precio de los combustibles internos debido al rezago en la estabilización, así como un aumento del precio del petróleo a nivel internacional.

“El pronóstico supone una buena oferta interna de alimentos perecederos, aunque también unos precios internacionales de los alimentos procesados que se mantendrían altos. Para la subcanasta de bienes, el final de la emergencia sanitaria implica una reversión de la rebaja del impuesto al valor agregado (IVA) aplicada a productos de aseo e higiene, generando aumentos en los precios de este grupo”, anotó el Emisor.

El Banco de la República señaló que continuará el ajuste de la política monetaria, con el aumento de las tasas de interés para ayudar a la tendencia a la baja de la inflación, así como medidas que contribuyan a disminuir el choque por factores externos.

Lo que se espera para el 2023

Se espera que en el 2023 empezaría a ceder la inflación para cerrar el año en el 5,7 %. “Estos pronósticos están sujetos a una gran incertidumbre, especialmente alrededor del comportamiento futuro de los choques externos de costos, del grado de indexación de los contratos nominales y de las decisiones que se tomen en cuanto al precio interno de los combustibles”, agregó. Sin embargo, la proyección igual se incrementa para el próximo año, pues el pronóstico era de 4,8 %.

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