Sacrilegio en Tunja: robaron una iglesia y se llevaron hasta las hostias

Las investigaciones realizadas por las autoridades permitieron recuperar los elementos sustraídos

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Robo a iglesia en Tunja
Twitter - @PoliciaMTunja
Robo a iglesia en Tunja Twitter - @PoliciaMTunja

Pasó Semana Santa pero los pecados siguen, pues en Tunja, Boyacá, hicieron una grave denuncia desde la arquidiócesis de la ciudad. Según la información suministrada, una de las iglesias adjuntas a esta jurisdicción fue víctima de un portante hurto, sin embargo, la preocupación no es solo material, ya que los malhechores aprovecharon la situación y se llevaron consigo las hostias, acto catalogado como un alto agravio para el concepto espiritual de esta congregación católica.

El hecho se registró en la Iglesia de Santa Ana de la capital boyacense, los ladrones ingresaron al lugar en búsqueda de dinero u objetos de valor, situación que los llevó a escudriñar para dar con el paradero de las alcancías que contenían las ofrendas de los fieles, después de hallarlas habrían tratado de buscar más elementos que fueran de su utilidad y posteriormente, emprendieron la huida.

No obstante, el dinero no hurtado no fue suficiente para sus oscuras intenciones, pues en su búsqueda hallaron los copones de eucaristía, y por su aspecto, habrían considerado pertinente sustraerlos del lugar, sin saber que dentro de estos estaban las hostias. El copón es la copa grande que levantan los sacerdotes en los actos litúrgicos, en este normalmente se depositan las hostias y el vino para compartir con los feligreses en medio del ritual santo.

El objetivo de los ladrones habría sido el sagrario de la parroquia, pues fue de ahí donde sustrajeron los símbolos sacramentales consagrados. Este hecho fue rechazado por la comunidad eucarística y se les extendió el llamado a todos los católicos, para no contemplarlo, pues es considerado como un acto grave de profanación a la iglesia.

La Arquidiócesis de Tunja, se pronunció frente a los hechos: “fue saqueado El Sagrario, de donde se extrajeron los copones con las hostias consagradas, las que fueron retiradas del recinto, lo cual constituye un acto grave de profanación, que debe ser rechazado por la comunidad católica. Junto con los copones también fue hurtado un cáliz y saqueada la alcancía de las ofrendas.”.

Tras conocer este impase, los miembros de la comunidad eclesiástica se comunicaron inmediatamente con las autoridades para realizar la denuncia, las cuales iniciaron un plan de trabajo para determinar a detalle lo sucedido y poder dar con el paradero exacto de todas las personas que hayan estado involucradas con este robo, frente a esto, la arquidiócesis señaló: “las autoridades han sido informadas de este hecho y se ha iniciado la respectiva investigación”.

Los cálices robados estaban avaluados en 2 millones de pesos, tras la información suministrada, las autoridades desplegaron un dispositivo de búsqueda y vigilancia en la ciudad para dar con los delincuentes y los objetos robados, ante esto, el alcalde de Tunja, Alejandro Funeme González, indicó que lograron recuperar los elementos y continúa la investigación.

Funeme indicó: “la información recogida por el Grupo Élite de Seguridad y el despliegue de la Policía Metropolitana y las líneas de atención, se permite realizar el seguimiento, de tal manera que se han recuperado los tres cálices que fueron hurtados en este recinto sagrado”.

A pesar de haber recuperado estos bienes eclesiásticos, no se pudo dar con la captura de los delincuentes, sin embargo, se amplió la recompensa y continua la investigación, el alcalde explicó: “se continúa con el proceso de investigación, identificación de esas personas y la búsqueda de las mismas, para poder hacer el cierre de este importante proceso, entorno de recuperación de la seguridad de la ciudad de Tunja. Se reitera la recompensa de 25 millones de pesos de pesos para las personas que aporten información sobre estos delincuentes”.

Cabe resaltar que, por dicho acto, desde la iglesia católica se podría ejecutar la expulsión de estos hombres y la misma excomulgación, hecho que podría ser enmendado a futuro, únicamente por el Papa desde Roma.

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