Por amenazas está huyendo misión médica de El Bagre (Antioquia)

Los médicos de la ESE Hospital Nuestra Señora del Carmen recibieron panfletos intimidantes con letras rojas y faltas de ortografía

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El municipio está pasando por una grave situación de orden público.
El municipio está pasando por una grave situación de orden público.

Una plaza de médico en el ESE Hospital Nuestra Señora del Carmen, en el municipio de El Bagre (Antioquia), paga más de cinco millones de pesos mensuales. No obstante, el municipio de 52 mil habitantes ubicado en el bajo Cauca quedó con tres de cinco plazas libres esta semana.

Aparentemente, el generoso contrato laboral no es suficiente para evaporar el miedo a perder la vida causado por un panfleto amenazante con el mensaje “váyanse del pueblo”, escrito con letras rojas y faltas de ortografía, que fue abandonado en los sitios de residencia de los cinco médicos.

Ante esta intimidación, tres de los cinco médicos decidieron abandonar el pueblo y ahora la ESE está buscando a sus reemplazos, aunque la tarea no será sencilla si la situación de inseguridad en el municipio se mantiene.

El comandante del Departamento de Policía de Antioquia, coronel Daniel Mazo Cardona, dice que el manuscrito está siendo objeto de investigación. No obstante, desconciertan un poco las hipótesis manejadas por la fuerza pública: “Estamos verificando y haciendo un trabajo para conocer si realmente existe como tal esa amenaza o si se trata de una autoamenaza”, dijo.

De todos modos, el comandante aseguró que la Policía y el Ejército de Colombia brindarán acompañamiento a los dos médicos que se quedaron y a los que lleguen a cubrir las plazas abandonadas, para que no se vea afectada la atención médica de los habitantes en el centro asistencial.

Delincuencia en El Bagre

Estas amenazas a la misión médica llegan en una semana en la que El Bagre marca la agenda informativa, no precisamente por sus minas o cosechas, sino por los altos índices de inseguridad.

Apenas este lunes 4 de abril, la señora Rubí Andrea Tavares Areiza, de 35 años, nacida en Tarazá, fue acribillada a tiros en el sector de La Floresta del municipio. Según el coronel, el atacante aprovechó que la zona era oscura para atacar a Tavares sin ser visto.

Asimismo, el viernes primero de abril en horas de la tarde, fue atacada la mujer trans Shelony Viloria, de 22 años, en el barrio El Progreso del mismo municipio. Viloria quedó herida y fue trasladada hasta un servicio de urgencias de Montería, en el departamento de Córdoba. No obstante, la gravedad de las lesiones causaron su muerte este domingo 3 de abril. La muerte de Shelony también es material de investigación.

La emisora Caracol Radio habló con la madre de Shelony este martes y confesó que su hija ya había tenido que dejar el pueblo tras haber recibido amenazas de muerte por su condición de persona trans. Dijo que esperaba que Dios perdone a los asesinos “y que se haga justicia divina por lo que hicieron con mi hijo (sic). Yo solo voy a tratar de orar y rezar y pedirle mucho a Dios qué les de perdón a esas personas que me hicieron esto”.

Según el alcalde de El Bagre, Fáber Trespalacios, ya están identificados los atacantes —ahora asesinos— de Shelony y serán judicializados. No obstante, aún no se conoce la identidad del atacante de Tavares, quien no tenía cuentas pendientes con nadie, ni se sabe quiénes están amenazando a los médicos de la localidad.

Además del peligro que corría Shelony, la séptima mujer trans que muere en Colombia por acciones violentas en 2022 y la sexta persona LGBTI atacada en el departamento de Antioquia, en El Bagre hay un problema de grupos armados organizados que hacen presencia y siembran terror.

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